En
la noche del 9 de enero de 1969 una esfera luminosa estuvo inmóvil sobre el
Puente Angostura del Orinoco y luego se desplazó hacia el Sur hasta
desaparecer, según dieron a conocer a la
prensa regional y nacional el director de la emisora “Ecos del Orinoco”, un dirigente juvenil de COPEI y
numerosos habitantes del barrio La Sabanita.
Juan Parra Tovar, director de “Ecos del Orinoco” y el dirigente
socialcristiano Cruz Moreno Seijas, informaron que a las 9:45 de la noche
vieron posarse a considerable altura y en dirección vertical sobre el Puente
Angostura “una esfera blanca esplendorosa, con un punto rojo luminoso que estuvo
allí detenida por espacio de 15 minutos y finalmente se desplazó hacia el Sur
hasta desaparecer”.
Explicó Parra Tovar, que el sábado por
la noche por primera vez apareció el objeto luminoso en el cielo. El se hallaba entonces estacionado con su
vehículo en el Puente “La Campiñas” de La Sabanita y que el domingo por la noche
volvió a seguirle la pista al objeto, acompañado de Moreno Seijas y su
familia. Estos constataron lo que antes
habían escuchado con escepticismo.
Lo dicho por los informantes fue
corroborado más tarde por el Operador de la Torre de Control del Aeropuerto,
Daniel García y numerosos habitantes de la avenida Sucre, quienes dijeron haber
observado la trayectoria extraña del objeto luminoso.
El pintor Rafael Torrealba, cuando
pertenecía al departamento de extensión cultural de la UNEG y a la dirección de
Cultura de la Alcaldía, contaba a sus alumnos de artes plásticas las
experiencias vividas en Maracay con los platillos voladores. “Los ovni son una realidad que yo he vivido”
solía decir y aseguraba haber visto varios además de dar cuenta de un grupo denominado
“Misión Cristiana Fe Renovada” que
visita Venezuela a través de ellos.
Los platillos voladores u OVNI (objetos
voladores no identificados) trascendieron a la opinión pública mundial con el
avistamiento que realizó el hombre de negocios norteamericano Kenneth Arnold el
24 de junio de 1947 mientras volaba en su avión privado cerca del Monte Rainier
en Washigton e Informó haber visto nueve objetos brillantes con una forma
parecida a la de un ala delta o a un bumerang volando sobre una cara del Rainier
y dirigiéndose hacia el cercano Monte Adams a una velocidad increíble, que
estimó en, al menos, 1930 kilómetros por hora, calculando el tiempo que
tardaron en viajar entre ambos montes. Marchaban velozmente como una
escuadrilla y se movían como lo hace un disco que rebota en la superficie del
agua.
A partir de ese momento, empezaron a
describirse avistamientos de objetos en forma de Platillos volantes. Posteriormente,
otros objetos con formas de huso triangular o de cigarro puro desplazaron
progresivamente a los avistamientos clásicos. Pocos días después del
avistamiento de Arnold se produjo el conocido como Incidentes Roswell, donde,
supuestamente, una nave tripulada por humanoides se estrelló en Nuevo México,
cerca de una base militar estadounidense. El Gobierno desmintió cualquier
intervención extraterrestre en el asunto, a pesar de que fue el responsable de
la base de Roswell quien, en un primer momento, declaró a la prensa que el
ejército de EEUU había capturado un platillo volante con sus
tripulantes, lo que sin duda acrecentó la confusión. Los restos encontrados se
definieron como parte de experimentos militares secretos y recientemente se ha
añadido que los supuestos cuerpos alienígenas no eran más que muñecos empleados
para pruebas de resistencia corporal (como los crash test dummies usados en las pruebas de choque de
los automóviles).
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