En 1976, por decisión del Gobernador Domingo
Álvarez Rodríguez y gracias al empeño de Rafael Pineda, fue posible salvar y
restaurar la colección de Retratos de la
Casa del Congreso de Angostura que hasta este año permanecieron sin ninguna
vigilancia y cuidado y en franco estado de deterioro.
En total, veintisiete óleos sobre tela,
parte de los cuales había sido restaurada en 1957 por el técnico francés Pierre
Denis, quien cobró Bs. 22.908 por ese trabajo al Ministerio de Justicia.
La restauración fue ordenada por el
Ejecutivo a la señora María Teresa Gerbec, experta en esta técnica y quien
restauró en Maracaibo las pinturas coloniales de la capilla de Santa Ana.
La colección de retratos de la Casa del
Congreso de Angostura fue iniciada a mediados del siglo diecinueve con el
objeto de perpetuar la memoria de los participantes en aquel Congreso,
convocado por el Libertador el 15 de febrero de 1818. Fue ampliada
posteriormente con próceres de Guayana.
Además de su valor iconográfico, las
obras tienen también la importancia de haber sido realizadas por artistas
notables de Venezuela, entres otros, Antonio Herrera Toro (en la foto), Pedro
Lovera, hijo del famoso Juan Lovera, y Raúl Moleiro.
El pintor Pedro Lovera aparece con su
firma los retratos de José Tomás Machado, Diego Bautista Urbaneja y se le
atribuyen los de Diego Antonio Alcalá y Simón Bolívar.
Los retratos de Juan Germán Roscio,
Santiago Mariño, Juan Bautista Dalla Costa, Wenceslao Monserratte y Ramón
Isidro Montes aparecen firmados por el pintor Miguel Isaías Aristiguieta,
bolivarense muerto en 1905.
Los retratos realizados entre 1911 y
1912 de Juan Vicente Cardoso, Pedro León Torres, Juan Bautista Dalla Costa
(otro), José Eusebio Afanador y José Gabriel Ochoa aparecen firmados por el
pintor caraqueño muerto en 1914, Antonio Herrera Toro.
El óleo que representa al Escudo de
Venezuela fue hecho en 1867, aparece firmado por el pintor francés Foryonel y
el de Próspero Reverend, firmado por el artista colombiano, de Antioquia, José
Eugenio Montoya. De Raúl Moleiro son los retratos de Tomás de Heres, Antonio
José de Sucre y Manuel Centurión. Hay otros de autores desconocidos.
Las obras debidamente restauradas a excepción del
retrato de Mariño, que se veía muy malogrado por el tiempo, porque seguramente
estuvo expuesto a la humedad, fueron dadas a conocer en rueda de prensa.
Buena parte del estado de deterioro,
cuando no de ruina irreversible, al que llegaron los retratos de la Casa del Contgreso
de Angostura, debe atribuirse no sólo a la indiferencia oficial desde el siglo
pasado, sino también a la falta de documentación que sirviera para controlar e
ilustrar al mismo ejecutivo del Estado Bolívar y al público en general, acerca
de los méritos artísticos e históricos de dichas obras.
Por este motivo y con el anuncio del
extraordinario trabajo de restauración realizado y del valor de las pinturas
para el Estado Bolívar y Venezuela, Rafael Pineda se dirigió al gobernador, economista Roberto Arreaza
Contasti, con el objeto de plantearle la necesidad de publicación del catálogo
debidamente razonado de la colección.
Este trabajo incluye prólogo y
redacción de la ficha que cada artista y de cada personaje retratado, y
fotografía de cada pintura, para todo lo cual el propio Pineda hizo las
recomendaciones del caso, además de la diagramación del catálogo y su
impresión.
Pero nada se concretó al respecto, si
bien el ejecutivo se mostró interesado. Asimismo, solicitó los servicios de un
restaurador de hojilla de oro para asesorar acerca de los cuidados que
requieren los marcos, neoclásicos en su mayoría y de estimable valor, de las
pinturas.
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