Del
Taller Regional de Artes Plásticas de Ciudad Bolívar, fundado por el Instituto
de la Cultura y las Bellas Artes (Inciba) creado por Mariano Picón Salas,
egresaron promesas del arte visual que el tiempo ha venido desvaneciendo, pero
que en sus comienzos figuraban todo un porvenir que apuntaba hacia el horizonte
donde estaban brillando con luz propia el santanero Jesús Soto y el upatense
Alejandro Otero.
Por la dirección del Taller Regional de Arte Plásticas ya habían
pasado Dámaso Ogaz y Roberto Olabarrieta cuando cayó en manos de Rubén Chávez,
quien no conforme con el taller inauguró una Galería en la cual presentó el pintor Andrés Fajardo su sexta exposición. La primera había ocurrido en 1952 en el
Auditorio Simón Rodríguez. Luego en 1968
en las galerías del Paseo Orinoco. Al
año siguiente expuso en la Galería “Grupo Nivel 17.9 dirigido por Lobelia
Guzmán. Ese mismo año de 1969 expuso en
la Casa de la Cultura de San Félix, dirigida por la arquitecto Matilde Castro y
seguidamente en la GAP dirigida por Luisa Barroso y Sala de Conferencia de la
Escuela de Medicina de UDO, dirigida por David Alizo. Hasta 1970 su participación fue en
colectivas, individualmente comenzó en 1970 trabajando el grabado y el dibujo en
plumillas.
Andrés Fajardo nació en Ciudad Bolívar
en 1935. Desde muchacho se reveló como
pintor en el ambiente familiar mientras su hermano Ramón Fajardo buscaba el
seminario. Fajardo, firme en su
vocación, iniciaba la aventura del color y el espacio, en busca precisamente de
ese reclamo impostergable que no tolera interferencias cuando radica
definitivamente en la exacta vocación.
Fajardo inició sus estudios plásticos
en Caracas y Ciudad Bolívar, pero la responsabilidad familiar del hombre roba
oportunidad al artista y deja los estudios para dedicarse a la mecánica como
medio de supervivencia, pero en una u otra forma no resiste la inactividad
vocacional y regresa al hemisferio mágico de la tinta y el color. Finalmente se muda a El Callao, donde comenzó
la aventura de la docencia y la religión inspirado en su hermano internado en
los claustro del Vaticano.
Otro que egresó como gran promesa del Taller, fue el
pintor José Félix Bello quien expuso en la Galería Alarico Gómez que dirigía la
periodista Luisa Barroso.
José Félix Bello, nacido en Ciudad Bolívar el 5 de
diciembre de 1952, después que estudió artes plásticas en el Taller Regional
dirigido por Rubén Chávez, viajó a Roma para continuar en la Scuola de Arte Ornamentale de Gráfica y finalmente en
la de Milano.
El crítico de arte italiano, Emiddio
Pietraforte, en el diario “La Notte” de Milano, dijo entonces del joven José
Félix Bello es “instintivo y por eso está destinado a no quedar satisfecho con los
límites conseguidos. Es un artista
preparado a pagar personalmente, con años de trabajo, sus mejores experiencias. La pureza de su alma, la timidez con la cual
enfrenta el juicio de la crítica y la seguridad
con la cual, más tarde, defiende su trabajo cuando se trata de hacer
comprender a los demás la razón de averiguación formal, me estimulan a
detenerme un poco más todavía ante sus obras para tratar de penetrar, con mi
cultura, un poco decadente de europeo,
en este su mundo futurista compuesto por aire dividido en espacios calculados
en líneas trazadas en succión arquitectónica y en proyecciones absolutamente
perfectas de llenos y vacíos”.
José Félix Bello, por razones de
sobrevivencia debió hacer mutis en el escenario de la plástica y alejado de su
arte de abstracción geométrica y se dedicó a las faenas del campo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario