El
19 de septiembre de 1970, el Alcalde de Las Majadas (entonces los Jefes Civiles figuraban en la ley como
Alcaldes), fue destituido de su cargo de primera autoridad civil del municipio
por intervenir directamente en los usos y costumbres de la población y
específicamente haber prohibido a las mujeres el uso de pantalones y
minifaldas.
Un documento de los pobladores, donde
se señalan en tal sentido las fallas del alcalde Luís Manuel Suárez, fue
elevado a conocimiento del Gobernador Manuel Garrido Mendoza, quien decidió
designar a Jesús Toro como sustituto del alcalde protestado.
Las quejas de los pobladores de Las
Majadas señalaban que el señor alcalde había prohibido “que las jóvenes usen minifaldas y
pantalones por considerar que tales prendas atentan contra la moral, la
religión y las costumbres convencionales”. La prohibición se extendía hasta los vecinos
que transitaban por el frente de la casa del alcalde a la hora de la siesta y
después de las diez de la noche.
En el Instituto de Comercio Dalla Costa
de Ciudad Bolívar, la directora Ana Martínez, también adoptó la medida de
prohibir a las estudiantes el uso de la minifalda, al menos dentro del establecimiento, pero
por razones distintas: evitar
provocaciones y otros problemas de tipo familiar que la directora venía
sorteando por culpa de las piernas muy descubiertas.
Manifestó ella a la prensa que a cada
rato debía afrontar problemas de orden cuando las muchachas en minifalda subían
las escaleras del edificio y los jóvenes se disputaban la mejor vista desde
plano inferior. Jóvenes había que no resistían
la tentación y pellizcaban las pantorrillas, rozaban adrede y creaban problemas
que impedían el normal desenvolvimiento de las clases.
Esto no ocurría sólo en estos lugares
de Venezuela. También en Sinaloa,
municipio mexicano, el alcalde Evelio Plata Inzunza se le prendió el bombillo y
llegó a la conclusión de que los embarazos prematuros era una consecuencia del
uso de las minifaldas, y, por supuesto, decidió la prohibición. Otro tanto sucedió en Suizilandia. La prohibición del uso de la minifalda por
considerar el Señor Alcalde que era la causa principal de las constantes
violaciones. Impuso pena hasta seis
meses de cárcel.
La minifalta había llegado tarde a Venezuela y
particularmente a Guayana donde la Iglesia ni la gente conservadora toleraban
la revolucionaria moda, excepto Malvina Rosales que siempre estuvo a tono con
los nuevos tiempos. Al cuál modista se
le habría ocurrido esa contradicción de descubrir las piernas hasta los muslos
y cubrirlas por otro lado con los pantalones largos de los hombres. ¿Pero, quién es Mary Quant? Preguntaron cuando un joven recién llegado de
Londres donde estudiaba se le ocurrió escribir un artículo en la prensa local
diciendo que la culpa de la Mini era la diseñadora de moda británica Mary
Quant. Ella -Mary Quant, presentó la minifalda en la primera boutique en Kings’ Road, llamada Bazaar.
Durante la década de 1960, abrió más de
cien nuevas tiendas en Londres, la más famosa de ellas en Carnaby Street. Su
estilo extremadamente sencillo y colorista, identificado por el símbolo de la
margarita, contrastó con la seriedad de la moda imperante. Además, promovió un
nuevo arquetipo de mujer joven y delgada, encarnado a la perfección por la
esquelética modelo Twiggy. Mary Quant lanzó la minifalda,
las medias estampadas, las botas altas por encima de las rodillas, los
pantalones de campana, los tops calados y los impermeables de colores
chillones, además de diversas líneas de perfumería y cosméticos. Gracias a sus
precios asequibles y a su estilo juvenil y rebelde, consiguió un impresionante
éxito comercial.
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