El
Poeta José Quiaragua Pinto me ha enviado desde Caracas, tres ejemplares del
libro “Sin ninguna Extensión bajo palabra”, edición post morten, del
poeta Argenia Daza Guevara, a objeto de
interesar a Ramón Córdova Ascanio para bautizarlo en la Galería “José Martínez
Barrios”, de su bufete, en la ocasión de él celebrar los 60 años de periodismo
de Enrique Aristeguieta.
El
libro de mil ejemplares, fue dado a la luz y puesto en circulación por la Editorial
Espada Rota, colección dorada,
como homenaje al poeta, muerto en accidente.
Argenis
Daza Guevara nació
en Tumeremo en 1939 murió de un accidente en Caracas en 1994. Hizo estudios de Derecho en la Universidad Central
de Venezuela. Poeta y ensayista de destacada
trayectoria. Profesor de la Escuela de
Comunicación Social de la UCV y colaborador de diversas publicaciones
periódicas venezolanas. Perteneció al grupo literario "En Haa", de
fuerte presencia en el quehacer cultural de los años 60. Su obra poética está
recogida en los libros: Espadas ebrias, 1959; Actos de magia, 1964; Juego de reyes, 1967;
Irreales, 1973; Testimonios, Héroes
y Cábalas, 1976.
Las
palabra de envío del poeta Quiaragua dice:
“Américo, Daza dejó amigos que
lo recuerdan en las barras de esta ciudad.
Fue un gran amigo que me acercó a los poetas ingleses. A Ramos Sucre y a Yorges Seferis. Excelente conversador y mejor para la noche y los vinos. Siempre lúcido con mente de alguien que en
equilibrio, está construyendo una poesía erudita, de asombro, dualidades y
certeza”
La
poesía de Argenis, por lo que he leído, no es una poesía discursiva, expresiva,
de fácil acceso, como la poesía de Pablo Neruda, Andrés Eloy Blanco o Víctor Salazar
su compañero de ruta junto con José Balza y Carlos Noguera, es más bien, una
poesía hermética, cerrada, casi asfixiante, que da saltos y se sumerge en incomprensibles
profundidades.
Velias
Bosch, en su antología “Gente del
Orinoco” dice que el “poeta guayanés reafirma sus méritos
poéticos en la ambigüedad de su lenguaje lírico y en la vigoroso aprehensión de
la realidad como juego y artificio existencial”.
En el año de aparición de su libro Actos de
magia, su paisano Guillermo Sucre, señaló el universo mágico como
elemento predominante en la poesía de
Argenis "pero su poder transfigurado no es nunca tan dominante, su especial disposición para captar lo alquímico
y lo mágico en estado de gracia
y de pureza" (. ..) "Sería equivocado ver en estos versos un reflejo simplemente
idealizado de la realidad física. Se trata, más bien una creación mítica
donde lo real se niega toda virtualidad y se vuelve imaginación pura y absoluta".
El escritor y crítico, Juan Liscano
califica su poesía de elusiva y ambigua, en tanto, Luis García Morales
la denomina “poesía con esa antigua noción de lo poético".
Este último libro de Argenis es
como lo indica un poema utilizado como título, una “secuencia de abismos en tonalidades
distintas”. Así podríamos
sentirlo en este poema con el cual se inicia su libro:PERENNES / A perpetuidad / mantén el azar de lo continuo / de
toda distancia / semejante a muerte y
acto de vida / en el múltiple ser uno y
ninguno. Acoso del tiempo / parsimonia / sombra sin sombra ni caída fuera de
sí./ Etapas innecesarias
Destierro / sonidos de tempestades
comenzadas en los delirios ocultos / los nombres amados / pertenecen a
las conciencias donde no hay lugar para nombres amados. Cesa la síntesis. / Asomo
tras asomo / lo próximo en retroceso / y bajo y sobre / encuentras el discurso
del arrepentimiento.
Siguiendo la
calificación de Liscano de ambigua
y elusiva, vale decir no concreta
y específica sino de diversa interpretación, he pensado que en este poema, el Poeta recomienda una
opción en la verdad de la perennidad o perpetuidad, la opción del azar. Porque
a fin de cuentas eso es la vida, un juego de azar, en que la sorpresa de lo inesperado
es el aliciente lúdico de la existencia, suficiente para uno que no es nadie no
obstante ser uno, múltiple o ninguno.
Siempre acosado por el tiempo que virtualmente no hace mella en nuestra sombra
parsimoniosa sin sombra que lo cobije aún en “caída fuera de sí”, en
todo caso, son etapas de la vida no necesarias si constantemente estás en el destierro atormentado por los “sonidos
de las tempestades comenzadas en los delirios ocultos” de los nombres
amados que bien sabemos pertenecen a la conciencia donde no existe lugar para
ellos. La vida es una síntesis de asomo
tras asomo donde lo próximo retrocede hasta cesar bajo tierra prendido
de la angustia de poder aflorar hasta
dar con el discurso del arrepentimiento por haber nacido o vivido. (AF)