Los
antiguos predios de la Cervecería de Ciudad Bolívar, en poder de la Cervecería
Caracas a través de su subsidiaria “Valores
e Inversiones Caracas”, fueron vendidos al Ejecutivo Regional, por
menos de su valor real, para ser destinados a la construcción del edificio sede
del Museo de Ciencias decretado por
el Gobernador Manuel Garrido Mendoza.
Los predios, con los antiguas ruinas de
lo que fue la Cervecería (en la foto) donde se fabricó desde 1920 hasta 1942 la Pilsen Bolívar, la Princesa Bolívar, la
Cerveza Angostura y el Jugo de Malta que consumían a profusión todos
los pueblos del arco sur y norte del Orinoco, está ubicado en la avenida
Germania a escasos metros del Museo de Arte Moderno Jesús Soto.
Desde la Guerra Mundial desapareció
esta importante fábrica de cerveza de Ciudad Bolívar y desde entonces el
abandono hizo presa fácil de lo que fue apreciable fuente de trabajo y que los bolivarenses quisieron rescatar para
un museo. Museo que se quedó en decreto y en todo un proyecto elaborado por el
doctor Eduardo Jahn Montauban.
En ese proyecto estuvieron metidos de lleno el ingeniero
Mario Palazzi, Monseñor Crisanto Mata Cova, Francisco Battistini, Luis José
Candiales, Jhon Conde Brandt, Francisco Vitanza, Lino Bossio, Cleto Salandy,
José Antonio Abatti, José Baptista Gómez,
profesor Alberto Bonoli, profesor Alfonso Paraguán, Américo Fernández y
el estudiante universitario Arnoldo Díaz Monasterios.
La negociación para la adquisición del
inmueble se realizó con Manuel Cisneros Gambas, administrador de un Centro Inmobiliario, representante de la
subsidiaria de la Cervecería Caracas, entidad que decidió ofrecer el inmueble
por la mitad de su valor, tomando en consideración que sería destinado para el
Museo. En total 7 mil metros cuadrados de terreno, parte de los cuales fueron
destinados después para la construcción del Palacio de Justicia y lo que
restaba, no sabemos si la propia Gobernación o la Alcaldía siendo su titular
Lenin Figueroa, fueron vendidos a los
actuales propietarios de una empresa ferretera y a los de una empresa de
automotores.
A este viejo inmueble de la
Cervecería de Ciudad Bolívar los bolivarenses la identificaban como “El Palomar
de la Cervecería” acaso por su arquitectura tan similar. Entonces la ciudad estaba en la onda de jugar
un nuevo rol frente al centro minero y energético de ciudad Guayana y la
proponían como ciudad histórica, cultural, residencial, turística y
universitaria y en esa dirección la dirigía la gestión del Gobernador Manuel
Garrido Mendoza, pero el historiador Manuel
Alfredo Rodríguez no estaba muy de acuerdo, pero defendía y abogaba por
la importancia y reivindicación del Caco Histórico.
Él creía que para salvar la ciudad, pata salvar ese
patrimonio histórico y artístico que es el centro-, más bien es necesario concentrar las instituciones como Museos
en el centro y, si es posible, parar un poco
las construcciones en las afueras. Por ejemplo, antes que destinar ese inmueble
de la Cervecería al Museo de Ciencias, creía que sería mejor utilizar la Casa de la Laja de- la- Zapoara, es decir, la Casa
de los Machado (Casa de las doce ventanas) que es un verdadero palacete, uno
de los inmuebles más hermosos que tiene
Ciudad Bolívar; o la Casa de los
Wanzelius frente a las ruinas de los
Bilancieri, propiedad del Estado y la cual se estaba cayendo; o la Casa del
antiguo Colegio Santa Teresa en la subida
del 14 que es una hermosísima casa, para ver cómo se logra detener ese
proceso de destrucción en favor de la remodelación de las viejas casas del
casco para darle función de utilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario