El
27 de marzo de 1974, don Raúl Villegas (en la foto), hacendado bolivarense de
65 años de edad, 52 de los cuales invertidos en el desarrollo pecuario, fue
declarado “Ganadero del año” por la Federación Nacional de Ganaderos en el
curso de su Asamblea ordinaria realizada en Caracas.
Villegas era entonces dueño de los
hatos “Cantarrana” y “El Rubí”, con 2 mil reses cada uno, el primero
ganado mestizo y cebú venezolano el segundo.
El Hato “Cantarrana” fundado
en 1885, formó parte del Hato Santa Rita, propiedad de don Antonio Liccioni,
primer presidente de las Minas de Oro
que dieron pábulo al nacimiento del pueblo de El Callao.
Santa Rita era un hato de 33 leguas de
superficie y se fraccionó en varios hatos, que fueron factores importantes en
el desarrollo ganadero bolivarense. Y
“Cantarrana” prácticamente no existe en la actualidad, su gran población
ganadera devino progresivamente en un
debilitamiento a causa de las epizootias, los abigeos incontrolados, el ferrocarril
de la OMC y finalmente la represa de las aguas bajas del Caroní.
Raúl Villegas fue fundador y primer
presidente de la Asociación de Criadores
de Ganado y Productores Rurales y uno de los tenaces sostenedores del
Cordón Sanitario contra la Fiebre Aftosa que permitió durante más de veinte
años que el Estado Bolívar fuese la única zona ganadera limpia de Venezuela.
Raúl Villegas vivió más de ochenta años
y se casó a los 40 con Josefina Marten
Brito, de madre carupanera y padre de descendencia francesa. Siempre pregonó
como fortuna haberse encontrado con esa dama con la que convivió en su
acogedora casa de la Avenida Táchira.
Fabulosa en todo, en lo familiar, doméstico y social además de estar
dotada de una exquisita voz y ejecutar la guitarra.
Nació en 1908,
el 3 de abril, en Tumeremo, pueblo pequeño del Yuraury, de gente sana,
que vivía de la explotación del balata, el oro y la ganadería extensiva y allí mismo transcurrió la infancia de Raúl Villegas Ruiz pues a los siete años lo reclamó la
educación formal establecida en
Ciudad Bolívar bajo la rectoría de don
Régulo Machado. Pero su padre el General Villegas no lo quería mucho tiempo en el Colegio y a la edad de 13 años lo
sacó para que se adiestrara en el
duro oficio del llanero allá en su finca de Carrizalito, cerca de la
Paragua y después en e) Hato "Las Guadalupe" en El Tigre, donde
ejerció la administración. Luego fue Caracas y nuevamente Ciudad Bolívar
para encargarse del Hato Cantarrana que
siempre fue de la familia.
Su padre, General Héctor Villegas, era nieto de don Antonio Liccioni, que se tenía entonces como el corso
más rico de Guayana.. La madre de
Raúl era Pepita Ruiz, descendiente del médico
José Ángel Ruiz, presidente del Estado Bolívar en 1980-1892 y fundador del Hospital Ruiz en el
edificio que hoy sirve de asiento anto
a la Municipalidad como a la Alcaldía. Ella era casada con el general Héctor Villegas Liccioni, quien estuvo
dos años preso en el Castillo de Puerto Cabello por hacerle oposición a Cipriano Castro desde las trincheras de la
Guerra Libertadora que tuvo a Ciudad
Bolívar como último baluarte.
Fue servidor público, dirigente gremial y productor
agropecuario. Era como dijo su coetáneo de toda la vida, Horacio Cabrera
Sifonte, un llanero nato que sufrió muchos
encontronazos, pero que jamás claudicó. Siempre plantado como un roble y como un gallo de Navarra, en la raya, con entereza y dignidad. Como decía don Fernando Virguez en los
momentos críticos: “Salvando
la cabeza, carajo, aunque un rayo me parta”
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