Propietario de establecimientos mercantiles de mercancía seca en Ciudad Bolívar y Ciudad Guayana, había nacido en España, se espigó en Cuba y finalmente resolvió hacer vida productiva en Venezuela a donde llegó en 1940 para radicarse y nacionalizarse venezolano. Primero se sintió atraído por la feraz tierra de los valles de los Caracas y se propuso hasta lograrlo fomentar una finca en Petare y llevar vida de granjero, lo cual no le impidió relaciones con personajes del mundo intelectual y social caraqueños, entre ellos, don Enrique Otero Vizcarrondo, fundador del diario El Nacional y su hijo Miguel Otero Silva. Cuando Guayana trascendió al impulso de la explotación de sus ingentes yacimientos de hierro, Mass Ferrer vendió la Granja y se vino al Orinoco para seguir por otros rumbos. El más despejado y seguro para la época era el negocio de la mercancía seca, de manera que montó una tienda en el Paseo Orinoco y otra en la zona del hierro con el nombre de Las Américas. Se afilió a la Cámara de Comercio siendo presidente don Natalio Valery a quien después de tres períodos seguidos le tocó sustituir para el período 1957-1958 que vino Carlos Berrizbeitia Martínez y nuevamente por cuarta vez don Natalio Valery seguido por Abdénago Arjona Jugo, quien estuvo dos períodos (1964-1966), seguido por Federico Mass Ferrer, en un segundo mandato (1966-1967). Para ese entonces la Cámara contaba con 179 afiliados. Mass Ferrer también fue presidente del Rotary Club, desde donde inició una campaña memorable para socorrer a Tomás Rivilla abrasado por el fuego de una cohetería en tiempo de Navidad. Rivilla se salvó para seguir trabando por la Universidad y rescatar los nombres antiguos de las esquinas de la ciudad. Agradecido le regaló una pieza numismática a Mass Ferrer, apasionado por ese hobby lo mismo que su esposa era fanática de las orquídeas de la Gran Sabana. Con ella tuvo tres hijos, uno de los cuales fue prefecto de Ciudad Bolívar y más tarde jefe de seguridad de Ferrominera. A nombre de la Cámara de Comercio enarboló la bandera por la eliminación de la Colonia Móvil de El Dorado que luego con mayor afán batió el doctor Ramón Castro Mata aduciendo que era un verdadero drama marcadamente para pueblos cercanos como El Callao, Tumeremo y Guasipati. Cada vez que venía un presidente de la República o candidato presidencial, la Cámara planteaba el problema. La colonia no está dentro de la ciudad capital, pero sí dentro del Estado y Venezuela. El doctor Ramón Castro Mata quería que los parlamentarios del Estado Bolívar se enfrascaran con interés por la eliminación de las Colonias Móviles de El Dorado. “Este es un tumor que hay extirpar. El Callao, Tumeremo, Guasipati, El Palmar y Upata son poblaciones amenazadas permanentemente por el terror psicológico de la fuga de los reclusos. “Los agentes viajeros no pasan por allí cuando hay entrada o salida de presos o alguno se fuga o se anuncia motín, simplemente porque tienen miedo”, aducía. También la Cámara de Comercio abogaba entonces por la construcción de una carretera directa hacia la Laguna de Canaima para que la gente de medianos recursos pudiera admirar esta belleza natural de Guayana. Luis Vicente Guzmán, presidente de la comisión regional de turismo, respaldaba la idea, desde La Paragua hasta la propia Laguna de Canaima. Podría así la gente de los distintos niveles económicos conocer y contemplar este paisaje natural. |
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viernes, 19 de abril de 2013
El empresario Federico Mass Ferrer
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