El 30 de junio de 1967, el presidente de la República Raúl Leoni, colocó la piedra inicial de la construcción del Fuerte Tumeremo, rebautizado posteriormente como Fuerte Tarabay, para asiento del Batallón de Ingenieros “Juan Manuel Cajigal” Nº 6, entonces bajo la comandancia del teniente coronel Pascual J. Contreras (en la gráfica).
La colocación de la primera piedra coincidió con el sexto aniversario de creación del Batallón Cajigal en el Estado, y el cual realizaba una importante labor de ingeniería en la construcción de la carretera El Dorado-Santa Elena de Uairén, obra que integraría totalmente por vialidad terrestre, al estado Bolívar y Venezuela con la región de la Gran Sabana.
En la ocasión el mandatario nacional pronunció breves palabras justificando la inversión del Estado en esta edificación para el mejor desempeño de unas Fuerzas Armadas que se “perfeccionan, tecnifican y avanzan hacia las fronteras nacionales en una labor de reafirmación de la soberanía y también para llevar hasta las más recónditas profundidades del territorio venezolano el esfuerzo creador de ellas que es el mismo esfuerzo creador del pueblo”.
Después de este acto, el Presidente Leoni visitó las obras del embalse del río Pariche y la construcción de la carretera Tumeremo-Bochinche, ejecutada por el Ministerio de Obras Públicas a un costo de 19 millones de bolívares.
El Batallón Cajigal inició en 1964 la construcción de la carretera El Dorado-Santa Elena sobre una extensión de 219 kilómetros, desde dos frentes de trabajo: La Escalera, ascenso a la Gran Sabana con una longitud de 60 kilómetros y de Santa Elena hasta Cerro El Venamo en una extensión de 150 kilómetros.
Para la realización de vía, el Batallón Cajigal contó con la cooperación de los aviones C-123 de la FAV que transportó tractores, trillas, patroles, camiones, otros vehículos así como mensualmente 40 mil litros de combustible.
El Fuerte fue inaugurado por el presidente Raúl Leoni el 18 de octubre de 1968 junto con un embalse, fuente permanente del acueducto que surte de agua potable a la población de Tumeremo.
El Fuerte Militar fue diseñado para 600 plazas, en zona limítrofe con la Guyana inglesa y construido por el Ejército venezolano y el Ministerio de Obras Públicas. Costó ocho millones y medio de bolívares y se comunica por una carretera con Anacoco y otros lugares en la zona limítrofe.
La ceremonia de inauguración tuvo lugar en el patio principal del Fuerte, que fue bendecido por el arzobispo Crisanto Mata Cova y oficialmente bautizado con el nombre indígena de Tarabay.
La ceremonia de inauguración tuvo lugar en el patio principal del Fuerte, que fue bendecido por el arzobispo Crisanto Mata Cova y oficialmente bautizado con el nombre indígena de Tarabay.
Pero Tarabay no es propiamente el nombre de un cacique de Guayana sino de la etnia cumanagoto más al norte del Orinoco colindando con el mar. Era evidente que de los caciques guayaneses se habían olvidado los asesores históricos del Ministerio de la Defensa a la hora de asignarle los nombres de jefes indios a los fuertes que se construían en el país. Así al Fuerte donde se aloja la V División de Infantería de Selva le pusieron el nombre de “Cayaurima”, cacique de los cumanogotos y al de Tumeremo el nombre de “Tarabay” igualmente de la misma estirpe indígena, y me pregunto, y los guayaneses se preguntaban ¿por qué no uno de nuestros aguerridos caciques guayanos o caribes?
Guayana tuvo caciques aruakos como Uriaparia, guayanos como Morequito, a quien Berrío pretendió cambiarle el nombre, acaso porque no aparecía en el santoral; caciques caribes como Quirauera, Taricura y tantos otros que se olvidan a la hora de exaltarlos como valientes guerreros que se rebelaron contra los invasores de sus predios soberanos.
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