Los famosos tienden a ser paranoicos, tienden a barruntar que sus adversarios lo persiguen, desean o preparan su muerte envenenándolo o de alguna otra manera silenciosa. No sólo lo sospecha él sino sus adláteres más cercanos. Podríamos así explicar la divulgación que se ha hecho sobre la causa de la muerte de Napoleón Bonaparte en Santa Elena atribuida a los ingleses. Hugo Chávez llegó a decir que Simón Bolívar fue envenenado en Santa Marta al igual que en Pamplona el General de 30 años José Antonio Anzoátegui, comandante de su Guardia de Honor. Otro tanto se ha dicho de Diego Armando Maradona, reconocido como uno de los mejores futbolistas de la historia. Ahora se habla del Premio Nobel de la Literatura poeta chileno Pablo Neruda y hasta de un frustrado intento de acabar con la vida del animador de televisión Gilberto Correa. ¡¡Comonoo!!! (AF)
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