En
abril de 1976, un enjambre de abejas asesinas, procedente del Brasil, atravesó
la frontera hacia territorio venezolano.
El apicultor Francisco García, en sus tierras de El Paují, cerca de
Santa Elena de Uairén, capturó varias y para comprobar si en realidad
correspondían a las que se escaparon del Instituto Experimental de Sao Paulo
hacía tres años, las envió a la
Universidad de Kansas, Estados Unidos, donde el Rector R.
Taylor, comprobó que en realidad eran las temidas abejas africanizadas.
El profesor M. Stejskal, director del
Apiario de la UDO
en Jusepín, dijo que las abejas africanizadas tienen una longitud de 10 a 11 mm y parecen más pequeñas
que las abeja domésticas nuestras importadas de Europa que miden de 12 a 13 mm .
Las abejas africanizadas, parecen
también más delgadas y atacan solamente si las personas o animales se acercan a
menos de 30 metros
de su nido. Si en una población penetran
y se alojan en un árbol hueco, en una ranura de la pared o en un nido de
comejenes abandonado, se deben dejar tranquilas durante el día y quemarlas con
una antorcha cuando oscurezca.
El
profesor Stejskal explicó que la causa de la agresividad de este tipo de
abejas también llamadas “brasileñas”, es un ejemplo de atavismo, un
recuerdo sobre el pasado cuando los
habitantes del África quemaban abejas “adanfonii” con antorchas para aprovechar su miel. Las abejas africanizadas temen que las
personas que se acercan a su nido van a quemarlas y por instinto se defienden
con picaduras:
Aparte de personas, atacan también a
los animales: gallinas, cerdos, ovinos y caprinos y estos animales por lo
general perecen.. Las vacas y caballos
son más inmunes pero quedan con fiebre durante quince días. La enorme dosis de
veneno puede causar la muerte a la persona si no se le aplica a tiempo los
“primeros auxilios”.
Las abejas asesinas, también llamadas
“africanizadas” por ser el producto
de un cruzamiento de la sub especie natural africana Apis melífera scutellata con abejas domésticas pertenecientes a varias
sub especies de A. melífera y han sido calificadas como las abejas más
peligrosas del planeta.
Sin embargo, el
director del Apiario de la UDO en Jusepín, M. Stejskal logró amansarlas tan
pronto salieron de Ciudad Bolívar e hicieron su entrada en territorio
monaguense. El profesor Stejskal dijo
que eso fue posible al intentar un cruce
con la Adis Melífera Carnica de Austria.
El profesor de la UDO, de nacionalidad
checa y con 25 años en Venezuela, venía
haciendo estudios sobre los progresos de la abeja
africanizada en Venezuela.
El Apiario de la UDO importa tres reinas carnica cada dos años de Austria, especie que se
halla aclimatada en Venezuela desde 1954. Se trata de una abeja muy mansa hasta el punto de que una colmena de la especie con paredes
de vidrio fue expuesta durante tres días
en la Feria del Orinoco a. la vista
del gran público sin que llegaran a
atacar a sus visitantes. Son muy productivas, además, de mansas, con un promedio
de 80 a 225 kilogramos de miel por año.
Las australianas son tan mansas que hasta
cruzadas con africanizadas son soportables como ya ha
ocurrido en Apiarios del Paují en Santa Elena
de Uairén.
La UDO ha vendido reinas a apiarios de El
Tigre, Puerto La Cruz y Bilbao en España.
La abeja asesina o africanizada entró a Venezuela desde el Brasil dividida en dos
corrientes, una negra menos grande y menos agresiva y otra de color amarillo, más agresiva y un poco más grande
aunque a veces también es pequeña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario