De los caciques guayaneses se
olvidaron los asesores históricos del Ministerio de la Defensa a la hora de
asignarle los nombres de jefes indios a los fuertes que se construían en el país. Así al Fuerte donde se aloja la
V División de Infantería de Selva le
pusieron el nombre de “Cayaurima”, cacique de los cumanogotos y al de Tumeremo
el nombre de “Tarabay” igualmente de la misma estirpe indígena y me pregunto
¿por que no uno de nuestros aguerridos caciques guayanos o caribes?
Guayana tuvo caciques aruakos como Uriaparia, guayanos como
Morequito, a quien Berrío pretendió cambiarle el nombre, acaso porque no
aparecía en el santoral; caciques caribes como Quirauera, Taricura y tantos
otros que se olvidan a la hora de exaltarlos como valiente guerreros que se
rebelaron contra los invasores de sus predios soberanos.
Esto viene a colación por recordar los días en que Venezuela
comenzaba a blindar las fronteras de Guayana amenazadas desde el siglo
dieciocho cuando los portugueses hicieron mutis en el escenario donde estuvo
esperándolo la Expedición
de Límites comandada por el Capitán de Navíos José de Iturriaga y José Solano y
Bote entre otros, para fijar hitos y linderos.
Recuerdo porque me tocó como periodista cubrir con el fotógrafo
Víctor Bayola Díaz tales sucesos que empezaron por militarizar la Isla de Anacoco, construir la
carretera hasta Santa Elena y erigir en Tumeremo el Fuerte Tarabay, inaugurado
por el Presidente Raúl Leoni el 18 de octubre de 1968 junto con un embalse, fuente
permanente del acueducto que surte de agua potable a la población de Tumeremo.
El Fuerte Militar fue diseñado para 600 plazas,
en zona limítrofe con la Guyana inglesa y construido por el Ejército
venezolano y el Ministerio de Obras Públicas. Costó ocho
millones y medio de bolívares y se comunica por una carretera con Anacoco y otros lugares en la
zona limítrofe.
La ceremonia de
inauguración tuvo lugar en el patio principal del Fuerte, que fue bendecido por
el arzobispo Crisanto Mata Cova y oficialmente bautizado con el nombre indígena de Tarabay.
En el Fuerte
Tarabay se había acantonado desde
hacía algunos días el Batallón Juan
Manuel Cajigal comandado por el teniente coronel Efraín Brady, quien tenía a su cargo la continuación de la
construcción de la carretera El Dorado-Santa Elena de Uairén, con la cual el Gobierno central proyectaba incorporar zonas vírgenes al desarrollo nacional.
El Presidente Leoni
también inauguró en Tumeremo un embalse con capacidad para siete millones 300.000 metros cúbicos
de agua en el río Pariche y en la quebrada Miriquimo. Dicho embalse tiene una altura de doce metros y
ocupa un área de 275
hectáreas .
El embalse fue proyectado
con el propósito fundamental de suministrar agua a la población de Tumeremo, controlar las crecientes y regar una
superficie agrícola de 500
hectáreas . Su costo sobrepasó los siete millones de
bolívares cuando el bolívar valía tanto como el dólar.
El Ministro de la
Defensa , general Ramón Florencio Gómez, al referirse a la inauguración
del Fuerte Tarabay, dijo que la obra fue proyectada y supervisada por el Servicio de Ingeniería Militar y ejecutada por la Zona 9 del Ministerio de Obras Públicas.
El
Fuerte Tarabay tuvo un costo de 9 millones de
bolívares y cubre un área urbanizada de 26.000 hectáreas con 14.000 metros
cuadrados de vías pavimentadas. Dispone de
carretera de acceso de cinco
kilómetros de longitud por 12 metros de ancho
y de energía eléctrica suministrada por
Cadafe, además de contar con una
planta propia para cubrir eventuales
fallas eléctricas.
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