Colegio La Milagrosa

1975

El Colegio “La Milagrosa”, decidió cerrar sus puertas a partir del año  siguiente, tras  42 años de servicio a la comunidad bolivarense,  alegando el director del plantel  razones económicas y falta de sacerdotes dedicados a la docencia.

         El Colegio, fundado en la antigua Casa de los Gobernadores de la Colonia (en la foto), al sur de la Plaza Bolívar, fue aumentando progresivamente su matrícula hasta el punto de tener que construir un conjunto de instalaciones, incluyendo una Iglesia,  en las afueras de la ciudad, con capacidad para más de 300 alumnos de educación primaria y secundaria.

         El Padre Emilio Montalvo Martín, director del Colegio fundado por los Padres Paúles, hizo la participación oficial al Director de Educación  profesor Santos Pérez y al Director de la Oficina del Trabajo, Celestino Pérez Pérez, toda vez que treinta y dos empleados, entre profesores, maestros, secretarias y obreros quedarían cesantes además de los tres centenares de estudiantes al cual el Ministerio de Educación tendría que asegurarles cupo el año lectivo venidero.

         En consecuencia, los Padres Paules ofrecieron en venta a la Universidad de Oriente todas las instalaciones: el edificio del Colegio en sí por la cantidad de tres millones de bolívares y la Iglesia por dos millones. Los paulinos sugirieron la Iglesia para su conversión en Aula Magna, pero las autoridades universitarias no mostraron interés debido a la oposición del Arzobispo Crisanto Mata Cova, quien expresó: “no se con que conciencia ha actuado el Padre Provincial de los Paules y su Concejo en esta negociación” que calificó de desacertada puesto que se estaba haciendo a espaldas del Arzobispado y de la Santa Sede.      

         Recordó Monseñor en esa oportunidad que  aún para la erección de un simple Oratorio semipúblico, se requiere el permiso del Obispo y este no puede destinarse luego para usos profanos, según el canon 1192. Finalmente la Asamblea Legislativa expropió todas las instalaciones y las donó a la UDO y a la Iglesia.

La Orden de los Padres Paúles proviene de Francia donde fue fundada en el siglo XVII, por la vocación apostólica de San Vicente de Paúl y cinco sacerdotes franceses más. Se convirtió en orden por una Bula Papal de 1626. En la actualidad está compuesta por Sacerdotes y Hermanos.

A Ciudad Bolívar los Padres Paúles llegaron por invitación del Obispo de la Ciudad, Monseñor Miguel Antonio Mejía en 1933, pero no abrieron el Colegio sino el primero de febrero de 1936 con internos que pagaban 100 bolívares al mes y semi internos, 40 bolívares.

En ese Colegio estudiaron guayaneses connotados como Leopoldo Sucre Figarella y el poeta Alejandro Natera Contreras, quien fue su secretario privado cuando era Gobernador del Estado Bolívar.  Era el único que lo comprendía y sabía torear y fue el poeta quien le puso privada  y familiarmente el remoquete de “Tirano”, adjetivo que en cierta ocasión utilizó el médico anestesiólogo Mario Jiménez Gambús, encontrándose con una respuesta que tiene su antecedente de cuando ambos estudiaban en una misma aula en el Colegio La Milagrosa. Intercambiaban frases irritantes que coronaban con un cuerpo a cuerpo en la Plaza Bolívar rodando hasta La Escalinata, antiguamente llamada “La Laja del Campanario”.

         Allí en ese Colegio fue donde el periodista Antonio López Escalona, Leopoldo Sucre Figarella lo bautizó con el apodo de “Casita”.  Era que al “Bachi López”, como le decían, no le provocaba en plena clase realizar otra tarea que no fuera la de dibujar casitas como suelen pintarla los niños con nubes, sol, jardín y un caminito.  Ahí mismo al periodista Diógenes Troncone le encasquetaron el remoquete de “El Negro Mauri”.