Centenares de feligreses
católicos tributaron extraordinario recibimiento a Monseñor Francisco de
Guruceaga Iturriza, designado por Su Santidad
el Papa Paulo VI, Obispo de la extinguida Diócesis de Villa del Rey y
Auxiliar de la Arquidiócesis de Ciudad Bolívar.
Monseñor
Guruceaga Iturriza llegó a las seis de
la tarde del 25 de mayo de 1967, y la misma abigarrada multitud que lo recibió
en el aeropuerto se desplazó en solemne desfile hasta la Plaza Bolívar,
contigua a la Catedral, donde en un
altar improvisado se celebró la ceremonia de ritual
A
su llega al aeropuerto, Monseñor recibió
del Presidente del Concejo Municipal, doctor Carlos Hernández Acosta, las
llaves de la ciudad y expresó que tal acción era para él motivo de profundo
gozo.
Por
su parte, el Arzobispo Crisanto Mata Cova, al recibir las Bulas del Obispo
auxiliar expresó suma complacencia en poner en sus manos la Vicaría General y
Proveeduría de la Arquidiócesis con todos los derechos y facultades concedidos
por el Derecho Canónico y le suplicó que fuera la Zona del Hierro el centro de sus preocupaciones pastorales.
Los
actos de recibimiento coincidieron con
los rituales del día de Corpus Christi.
A la toma de posesión de Monseñor de Guruceaga Iturriza asistieron
Monseñor Juan José Bernal, Arzobispo de Los Teques; Monseñor Luis Eduardo Henriquez, Obispo Auxiliar de
Caracas; Monseñor Constantino Maradey Donato, Obispo de Cabimas; Monseñor Francisco
Iturriza, Obispo de Coro; Monseñor Marcial Ramírez, Obispo Auxiliar de
Barquisimeto; Monseñor Mariano José Parra León, Obispo de Cumaná, Monseñor José
Antonio Ramírez, Obispo de Maturín, Monseñor José Ángel Polachini, Obispo de San Fernando de Apure y
Monseñor Constantino Gómez Villa, Vicario Apostólico de Santa Elena Uairén.
Nacido
en Valencia en 1930, Francisco de Guruceaga Iturriaza fue preconizado Obispo en
1967 por Su Santidad el Papa Juan Pablo VI y destinado a Ciudad Bolívatr.
Su educación la empezó en el Colegio La Salle. Estudió
Derecho en la Universidad así como Filosofía y Teología en Roma. En 1958 obtuvo
el doctorado en Derecho Canónico en el Pontificio Ateneo “Angelicum” en Roma
con una tesis sobre “La Personalidad Jurídica de la Iglesia en el Derecho
Positivo Venezolano”. En la Universidad de Navarra obtuvo la Licenciatura en
Periodismo. Trabajo en “Nuestro Tiempo”, revista de cuestiones actuales así
como también en otras publicaciones españolas y latinoamericanas.
Monseñor
de Guruceaga, antes de llegar a Ciudad Bolívar como Obispo Auxiliar, había sido
guía espiritual de Caracas, Maracaibo, Barquisimeto y en su propia tierra
Valencia.
Como
Obispo auxiliar, centró su trabajo en Ciudad Guayana, en la zona del hierro,
donde atendía graves problemas sociales y religiosos. Lo que llamaban entonces Distrito Municipal
Caroní tenía una población de 150 mil habitantes y se erigía como un emporio
industrial al que se debía prestar atención espiritual con cierta autonomía,
independiente de Ciudad Bolívar. Comenzó a plantearse desde entonces la idea de
desmembrar la zona mediante la creación de una nueva diócesis.
Monseñor de
Guruceaga, quien junto con el Arzobispo era partidario de esa idea, se hallaba
en Caracas en noviembre de 1971 presentando en la Conferencia Episcopal un
trabajo referido a esa zona sobre “Familia y Demografía” cuando recibió la
noticia de su designación como Obispo de la recién creada Diócesis de la Isla
de Margarita, en esa ocasión lo entrevisté y me manifestó su sorpresa sin
ocultar su emoción “tanto por los vínculos espirituales que me unen con la Isla, a través
de sacerdotes ilustres nacidos allí como por el profundo afecto que siempre ha
sentido por los pescadores, especialmente los de Macanao y San Pedro de Coche,
de donde creo son los verdaderos margariteños.”
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