domingo, 15 de diciembre de 2013

Rivas Gutiérrez y el Ircopahidec



El estudiante de arquitectura José Rosario Rivas Gutiérrez (en la foto), ganó el concurso de logotipo o diseño distintivo del Instituto para el Rescate y Conservación del Patrimonio Histórico y Desarrollo Cultural del Estado Bolívar (Ircopahidec).
El jurado formado por el abogado y poeta José Sánchez Negrón, el pediatra y poeta Elías Inaty, el urbanista Claude Brun y los pintores Gilberto Ramírez y Armando Gil Linares, escogió entre trece trabajos concurrentes al firmado con el seudónimo “Estudiante de Arquitectura” que resultó ser el joven José Rosario Rivas  Gutiérrez, hijo de Pablo Rivas, uno de los ebanistas del pasado siglo más reputados de la ciudad.
A juicio del jurado, el diseño representa dos valores definidos: originalidad de las letras, condición indispensable en estos casos para diferenciar la institución que representa el distintivo; y el efecto de ambigüedad, de profundidad o de relieve, que produce el símbolo con forma de pirámide colocado en la parte izquierda superior del diseño, que puede interpretarse como la perennidad de la historia.
Rivas Gutiérrez graduado en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela posteriormente había realizado previamente un curso de diseño gráfico e industrial en la Escuela del Museo de Arte Moderno de Filadelfia  Trabajó en el departamento de Publicidad de la Fundación Polar en Caracas y luego de graduado de arquitecto en el Proyecto Miramar de Margarita.  Después de tres años en Nueva Esparta regresó al Estado Bolívar para trabajar con el equipo que realizó el proyecto de ampliación de Venalum.  Finalmente ingresó como docente en la Universidad de Guayana, cargo que alterna con el ejercicio libre de la profesión.
El Instituto para el Rescate y Conservación del Patrimonio Histórico y desarrollo Cultural del Estado Bolívar, fue creado en 1974 por Ley sancionada por la Asamblea Legislativa y empezó a funcionar a partir de enero del próximo año 1975.
Estaba dirigido por un Consejo Ejecutivo y un Consejo Consultivo que  luego de instalarse se planteó una Galería de Ciudadanos en el mismo l edificio donde en 1819 se reunió el célebre Congreso de Angostura que en ese momento estaba en proceso de restauración y un Panteón para Próceres Civiles y Militares, en la antigua capilla de las Siervas del Santísimo Sacramento de la calle Rosario.  .
Asimismo colaborar con la C.V,G., en la preparación del acto de recibimiento de los originales del Mensaje del Congreso de Angostura localizaos en Londres en manos de un descendiente del Coronel James Hamilton, tatarabuelo del donante. Que quería conocer la tumba donde se hallan los restos de Hamilton, pero fue imposible localizarlas.  Fue cuando surgió a idea del Panteón de los próceres.
Todas las acciones constructivas del hombre deben tender a la buena formación de la personalidad colectiva y honrar el pasado noble es uno de los factores imprescindibles para lograrlo; la escuela abre la conciencia del niño a la idea, que es abs­tracta, pero los símbolos la concretan en su mente, la corporizan, la hacen tangi­ble. Dentro de esta concepción, encaja sin dificultad el Panteón para Próceres Ci­viles y Militares de Guayana, que debería ser imitado, con sus demás principios,  por todos los Estados de la República si es que se quiere alcanzar una inquebranta­ble y pétrea solidez en la estructura de la nacionalidad venezolana.
El Presidente fundador del IRCOPAHIDEC fue el cronista de la ciudad doctor José Eugenio Sánchez Negrón, sustituido después de su fallecimiento, por la Profesora Lourdes Maestracci y finalmente por Américo Fernández, siendo Gobernador Andrés Velásquez.  El Instituto fue disuelto al dictar el Congreso Nacional la Ley de Patrimonio Cultural de la Nación.



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