En 1865, el Gobierno de Venezuela concedió al
norteamericano Henry Price, para ser colonizada por confederados de Estados Unidos, 240.000 millas
cuadradas de tierras.
El 13 de setiembre de 1865 J. M. Álvarez
de Lugo, en su condición de ministro de Fomento en
representación del Gobierno del Presidente Falcón, concedió al norteamericano
Henry Price y a sus asociados, el derecho
de formar una Compañía para la colonización de terrenos baldíos que existen en
el Estado de Guayana y parte del hoy Estado de Amazonas.
El Gobierno concedió a los
colonos todos los derechos y privilegios de ciudadanía un año después de adquirido su
domicilio y naturalización: perfecta
libertad religiosa, de imprenta y de palabra; representación en el
Congreso conforme al censo que debía levantarse cada cinco años; nombramiento de funcionarios
locales en ciudadanos de los Estados del Sur
por naturalización; exención de todo impuesto por cuatro años además de
privilegio exclusivo sobre todas las tierras
no ocupadas que existen a Sur del 8° de latitud Norte sobre el río Orinoco y
límites de la Nueva Granada.
Luis
Roncajolo, en su libro “El Orinoco y sus afluentes” dice, hablando de la concesión, que "el 13 de setiembre
de 1865 se publicaron las condiciones y se ordenó que la Aduana de Ciudad
Bolívar, del Tesoro Público, destinara diez mil pesos para ser
entregados a cincuenta norteamericanos en los términos que le
acuerda la Junta Económica de Hacienda de Guayana, con cargo a Gastos Imprevistos".
Después
de algunos inconvenientes en Nueva Orleans, el capitán Frederick
Johnson y cincuenta colonos abandonaron el Mississipi, dando comienzo al viaje
en la balandra “Elizabeth”. Tras cruzar la barra del Mississipi
y luego de vientos 'fuertes, borrascas, calma profunda, llegaron
a Ciudad
Bolívar en la mañana del 15 de marzo de 1867.
En
Ciudad Bolívar los recibieron el cónsul de Estados Unidos, John
Dalton, funcionarios de la Aduana y el
presidente del
Estado, Antonio Dalla Costa (en la foto), quien intervino para
hacerles grata su estada en la capital del Orinoco.
La
inmensa extensión de terreno concedida a Henry Price fue bautizada con el
nombre de “Price Grant” , pero en vista de que Price
no disponía de dinero suficiente para hacer efectivo el proyecto colonizador,
se asoció con un grupo de ingleses encabezado por Frederick Pattison. Hubo
nuevos estudios, dilaciones de todo tipo,
mientras el contingente de confederados, sin atención alguna en Guayana, comenzó a padecer inclemencias por
las cuales muchos se vieron obligados a regresar a Estados Unidos. Era evidente
el fracaso y más cuando se supo que el
Ministerio de Inmigración de Gran
Bretaña, puso el proyecto de un lado.
El
Presidente del Estado, Juan Bautista Dalla Costa, en 1870, se refirió a los colonos
en su informe presentado a la Asamblea Legislativa en los siguientes términos:
"De los inmigrados norteamericanos que se establecieron en la
montaña inmediata a Barceloneta (La Paragua) en 1867,
queda una familia que es un modelo de
laboriosidad. La robustez y la
salud de que goza cada uno de sus miembros y el bienestar que se ha
proporcionado con la sola fuerza de
tres hombres en aquellas lejanas soledades, es otra prueba de que no son irrealizables las empresas de
colonización proyectadas y que tanto
interés tienen para el Estado. Esta familia puede servir de base a la inmigración que se establezca en
Barceloneta y con su estímulo y
ejemplo y los recursos con que los empresarios o el Gobierno los
auxilien al llegar a nuestro suelo, fácil les será alcanzar el éxito feliz que ha coronado los esfuerzos
perseverantes de aquella"
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