“Cheo Hurtado”, así de simple, se ha quedado para todo el
mundo Asdrúbal José Hurtado, el hijo de María Alejandrina que una vez me
consulto sobre el mito en el cual
sustentaba un cuento de escena que estaba escribiendo. Cheo Hurtado, un
bolivarense prodigio del cuatro, pero que diríamos, ejecuta con igual soltura
otros instrumentos como la Guitarra que le enseñó tocar de su padre Ramón
Hurtado, la mandolina, el Tiple, el Tres y la bandola de ocho cuerdas que al
parecer es única en esta tierra de la Ciudad Bolívar del Orinoco que lo sintió
nacer en la víspera de la Cruz, es decir, el 2 de mayo de 1960 cuando en
Venezuela se estaba inaugurando la democracia,
por eso, digo yo, será que el cuatro en manos de este guayanés se ha
hecho realmente democrático porque no solo lo ejecutan ahora los de abajo sino
los de arriba también.
Cheo
Hurtado no se ha quedado anclado en su tierra como tantos buenos talentos
musicales, sino que ha ido más allá de
nuestras fronteras, a tocar con la Orquesta Córdoba de España o al Japón, por
ejemplo, donde está como Embajador el hijo de nuestro amigo Luis Ishikagua. Ha
recorrido ciudades del mundo con su
popular “Ensamble Gurrufío” que fundó (1984) junto con el hijo de Soto,
Cristóbal (mandolina) y Luis Julio Toro
(flautista), para difundir la música folklórica venezolana a nivel académico. Ha grabado y ofrecido conciertos con artistas de
renombre como Carlos Cruz Diez, quien dijo de él: “Escuchar a Cheo Hurtado es como una iluminación, es ver el sol brillante a pleno
día". El maestro Aldemaro Romero, con quien
también actuó, llegó a decir: "La música se divide en dos grandes familias: la buena y la mala; la de Cheo es excelente. Es difícil imaginar qué viene después de Cheo
Hurtado, pues ha llegado a unos niveles de exactitud y virtuosismo incomparables".
Igualmente Cheo Hurtado ha
dado conciertos con Paquito D´Rivera,
Óscar D´León, Simón Díaz, Béla Fleck, Serenata Guayanesa, Soledad Bravo Aquiles
Báez, María Teresa Chacín y Hernán Gamboa, con quien aprendió algunos trastes
claves del muy criollo instrumento de cuatro cuerdas.
Comenzó Cheo Hurtado a
llamar la atención, podríamos decir, a partir de 1973 cuando a la edad de 13
años, ganóun Festival
Nacional de Cuatro organizado en Ciudad Bolívar.
Entre
1975 y 1983 enseñó cuatro, guitarra y mandolina en la Casa de la Cultura
de Ciudad Bolívar, en la cual fundó la Estudiantina Carlos Raúl
Villanueva en 1977. Esta, más tarde, pasó a llamarse “La Cuerda dde
Carmito”, en homenaje al compositor guayanés Carmito Gamboa, padre de Hernán
Gamboa, muerto recientemente en Argentina. Con este grupo grabó tres discos,
tocando la mandolina, el bajo, el cuatro y el tambor de calipso.
Durante esta época también participó en Juventud
Rítmica, grupo de salsa en la cual
ejecutaba la bandola guayanesa y se desempeñaba como contrabajista en la Orquesta
Angostura, dirigida por juanito Arteta, Posteriormente fue integrante de “Un
solo Pueblo”, director de la agrupación Costa Caribe, del
grupo Bandolas de Venezuela (con estas dos últimas grabó
cuatro discos entre 1989 y 1991), y se desempeñó como instrumentista solista o
acompañante de numerosos artistas venezolanos.
A Hurtado se le debe otra iniciativa de referencia
para la cultura venezolana en el siglo XXI: La Siembra del Cuatro, terreno
fértil para una inmejorable cosecha de instrumentistas que, tras su
participación en el evento han emprendido una carrera musical, bien sea como
solista o como acompañante.
Con La Siembra del Cuatro, Cheo
Hurtado ha querido agregar solistas al mapa nacional y demostrar que este no es un proyecto estéril. “El cuatro –según ha declarado- dejó de ser un actor de reparto. Hay mucho entusiasmo en los jóvenes cuatristas y hay que darle espacio a la generación
sucesora. Yo no tengo ningún celo. Además, lo que viene detrás de nosotros no se puede detener. Este es el momento del cuatro en la historia, gracias a la juventud” (AF)
Gracias Maestro por esta fresca crónica sobre "cheo", el muchacho del barrio negro primero. Él trabó amistad con mis hermanos, Reynaldo Jiménez(+), quien fundó el grupo de calypso "Siboney" y Alfredo y otros más del cerro el zamuro, e iguales de amigos de los hijos de Catalina Yánez y sus caballitos de san juan: Manuel y Julìan y de los traviesos Pérez Rossi. Asdrubal tiene de hermano a Neptali, quien se destaca como director de cultura de la alcaldía Heres, allá en la ciudad bolívar de mis recuerdos y amores.
ResponderEliminarDiógenes Jiménez
PhD. Ciencias Económicas y Sociales.
Cronista Comunal Guatire