Aly Khan ¿Quién no lo
conoce? Sabemos de quién se trata y si lo nombrasen por su verdadero nombre de
pila, casi seguro que la extrañeza surgiría. Pero, cuál es su verdadero nombre? Creo que nadie o pocos sabemos que se llama
Virgilio Cristian Decán, nacido en Ciudad Bolívar el 13 de julio de 1931, pero así, como “Aly
Khan”, se ha quedado por sugerencia y experiencia de su socio Juan Francisco
Rodríguez que sabía mucho de carreras de
caballos y publicidad. A él se le ocurrió la idea del seudónimo atraído por la
visita a Venezuela del príncipe de Pakistán, Aly Khan,
un gran hípico con famosas cuadras de
caballo en Francia e Italia, casado con la famosa actriz del celuloide,
Ryta Hayworth.
No sabría decir si su Madre
llegó a entender ese remoquete como bien entendía de batea, río y manduca.
En fin, una humilde lavandera que vivía en casa alquilada y él,
Virgilio, un muchacho que recogía la ropa sucia de los clientes los lunes y la entregaba planchada del jueves
en adelante.
Uno de los clientes fue, por
casualidad, el Presidente de la República, Isaías Medina Angarita. El Presidente
hizo un viaje a Ciudad Bolívar en 1943, con motivo de la gran crecida
del Orinoco. El rio se desbordó, transformó la ciudad en una isla y el
General vino a observar los daños. La ropa de la Residencia del gobernador en donde él se alojó, se lavaba en la
casa de la Madre de Virgilio y por esa circunstancia un liquilique del
Presidente Medina que quedó tan blanco que el hombre reaccionó muy sorprendido
y mandó a llamar a Virgilio que entonces tenía 12 años y le pregunto: ¿Quién
lavó esa ropa?, “Bueno mi mamá”, contestó el
muchacho y le dio un fuerte de propina.
Virgilio Decán se dio a conocer inicialmente como cantante de boleros, luego de ganar un
concurso de aficionados, y el premio
fue un programa lunes, miércoles y viernes. Lo acompañaba al piano, el Padre Maradey y luego, el profesor José Francisco Miranda (Fitzi).
Le pagaban ochenta bolívares mensuales, que se los entregaba
íntegramente a su Madre, para el arrendamiento de la casa donde vivían pues el padre no aparecía por ningún lado.
El andino León
Villasmil, jamás supo de Él. Virgilio
solía decir que todo cuanto era se lo debía a su Madre y, desde luego, a si mismo que comenzó a trabajar a los nueve
años cuando le pagaban 25 bolívares por cantar en el Coro de la Catedral. Salía de misa a las nueve y se iba a
narrar los juegos de beisbol por lo que se
ganaba otros veinte bolívares. Un periodista le puso el nombre de
"la voz de cristal". Luego viajó a Caracas, 1949, cuando estudiaba segundo año de bachillerato, a presentar
examen para obtener el título de locución.
Regresó a Ciudad Bolívar a trabajar como locutor comercial, con 4 horas diarias, dos horas al mediodía y dos horas
en la noche. Cuando terminó el cuarto año viajó
se nuevo a Caracas ya para quedarse allá
definitivamente.
Comenzó trabajar en Radio Cultura y de aquí a Ondas Populares, como
aspirante a locutor hípico aprovechando
que un periodista, de La Esfera
lo puso en ese camino toda vez que lo había oído narrar en Ciudad Bolívar y publicó una foto en ese diario, alabando sus cualidades. Tenía
experiencia porque había trabajado como narrador de las carreras en el viejo
hipódromo Angostura de Ciudad Bolívar.
Terminó el
bachillerato en el Liceo Fermín Toro y se inscribió en la Universidad Central a
estudiar Derecho. Pero Pérez Jiménez cerró por
varios años la Universidad. De
todas maneras, se graduó de abogado y tuvo éxito cuando litigó pero ejerció sólo
diez años.
La primera
oportunidad en el hipismo se la dio Eloy Pérez Alfonso, Mister Chips. Un buen día, en el Hipódromo, de El Paraíso, Mister
Chips le pidió narrara la carrera en la que ganó Odín, propiedad de Henrique
Otero Vizcarrondo. "Quédate conmigo" le dijo Mister Chips. El año siguiente en 1952, entró de lleno a
Radio Continente como ayudante de Juan
Francisco (Don Fulgencio), quien era uno
de los grandes narradores hípicos al lado de
Miralejos y Mister Chips Juan Francisco
era el presidente de la compañía Monitor Hípico y Virgilio llegó ser su socio
mayoritario.
Luego vino la televisión y comenzó a trabajar el año 67 en el canal 11 de los hermanos Espina. Después,
el Canal ocho y el canal dos, en el
70, donde estuvo 10 años. En el año 80
regreso al ocho.
Fue uno de los amigos más cercanos
de Miguel Otero Silva. Su abogado personal por muchos años. Tuvo buenos
caballos en sociedad con él, entre ellos, Alguacil, un gran caballo, y
Guasipati, ambos ganadores clásicos. El caballo que le dio mayores satisfacciones
personales fue Tropic Ana, una yegua que gano 18 carreras e hizo 18 segundos.(AF)
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