El
doctor Rafael Armando Rojas, verificó en el mes de septiembre de 1985, el
deterioro del casco histórico durante
tres días que pasó en la ciudad capital urgido por las quejas que
constantemente llegaban a las oficinas de la Presidencia de la República.
El
comisionado y a la vez presidente de la Junta Nacional de Conservación
del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación, no se explicaba la
indiferencia de las autoridades que alimentan la progresiva intervención de los
inmuebles del viejo casco angostureño, declarado monumento público nacional en
1978.
La Ley del Congreso de 1945, presidido
por Mario Briceño Iragorri, sobre conservación de antigüedades y obras
artísticas de la nación dice en su artículo tercero que “se prohíbe destruir, reformar,
reparar, cambiar de destino o ubicación, los monumentos y demás obras que
constituyen el patrimonio histórico y artístico de la nación, sin el previo
consentimiento del Ejecutivo Federal, dado el informe favorable de la Junta
Nacional Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de la
Nación”. En el mero centro de Ciudad Bolívar se hacía y se continúa
haciendo todo cuanto la Ley prohíbe.
¿Qué hacer? Armando Rojas habló con el gobernador Edgar Vallée, el
presidente municipal José Rafael Palermo, la Junta Regional del Patrimonio
Histórico, la presidenta de la Asociación de Vecinos del Casco y Comité de
Defensa de la ciudad, a ver si de una vez se tomaba global conciencia del
problema y se evitaba que los dueños de inmuebles continuaran sustituyendo por
zinc los techos de tejas, eliminando las ventanas antiguas para instalar
aparatos de aire acondicionado, reemplazando columnas, puertas, balcones, pisos
de mollejones y otros materiales de construcción característica de los tiempos
de la colonia y de la naciente República.
El doctor Rojas venía desde 1976
tratando de de rescatar el casco histórico de Ciudad Bolívar y con ese fin
viajó a París para solicitar ayuda de la UNESCO, tanto técnica como económica, que no fue posible en razón
de que quienes dirigían este organismo consideraban que “Venezuela, por su condición de
gran productor petrolero es un país rico”. Cosa ésta que obviamente le
molestó mucho.
De todas maneras –expresó- la Gobernación
de Bolívar quiso hacer algo con vista al bicentenario del natalicio del
Libertador, pero todo cuanto se proyectó resultó distorsionado en la práctica.
Así tenemos el Boulevard Bolívar que es todo un adefesio y que habrá que
reconsiderar dentro de la concepción de un definitivo proyecto de remodelación
y restauración.
Informó el doctor Rafael Armando Rojas que con ese propósito
vendría próximamente el doctor Graciano Gasparini, quien realmente tiene
bastante claro el problema. Además, se aspiraba, una vez elaborado un
anteproyecto, acudir a España en busca de cooperación, pues con motivo del
quinto centenario del descubrimiento de América el país peninsular tiene un
programa de cooperación técnica y económica dirigido a rescatar conjuntos
arquitectónicos coloniales en América.
-Yo quisiera hacer un llamado muy
sincero y cordial al Concejo Municipal que yo se que está muy bien
intencionado, para que proceda cuando observe alguna infracción en el casco
histórico.
El doctor Rojas recordó que el de Ciudad
Bolívar es el único casco urbano que ha sido declarado en Venezuela Monumento
Histórico Nacional en toda su integridad porque se considera después de un
simposio en el que participaron expertos de América y de los EE.UU. y Venezuela
que realmente valía la pena conservar ese centro que mantenía aún las
características de la época de la Colonia y que se debía trabajar por su
rescate y conservación hasta lograr que en el futuro sea declarado patrimonio
de la humanidad.
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