La
Junta Nacional Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación
aprobó el 29 de mayo de 1982, el proyecto de construcción del Boulevard Bolívar
en el casco histórico de Ciudad Bolívar.
El gobernador Alberto Palazzi informó
que el presidente de la Junta, doctor Rafael Rojas, le comunicó por teléfono dicha aprobación.
El Boulevard atravesaría toda la Calle
Bolívar (en la foto) desde el parque El
Zanjón hasta el Parque Raúl Leoni pasando por la Plaza Bolívar y la Plaza
Farreras. Su costo se estimaba en dos millones de bolívares.
De acuerdo con el proyecto, el trecho
comprendido entre la Plaza Farreras y la Calle Caracas estaría caracterizado
por un corredor comercial que determinaría el frente urbano para el nuevo
desarrollo previsto en el sector de La Alameda.
El boulevard estaría dotado de un
equipamiento urbano moderno y un arborizado que brindaría al transeúnte un
ambiente atractivo y confortable.
La demolición de la antigua Calle
Bolívar, llamada en tiempo de la Colonia, Calle de la Laguna y Calle de la
Iglesia, fue iniciada por el Gobernador
Palazzi conforme a un proyecto presentado por el arquitecto Natalio Ávila, con
fuerte oposición de la Asociación de Vecinos, liderada por la antropóloga María
Eugenia Villalón, pero en 1982, cuando el doctor Palazzi fue sustituido, el
Gobernador entrante doctor Alcides Sánchez Negròn consideró que tanto el Centro
de las Artes como el Bulevar Bolívar
eran obras importantes para la ciudad desde el punto de vista cultural y
paisajístico “pero suntuarias en relación con la miseria de los barrios”.
Dada esa apreciación política, la construcción del
Centro de las Artes en antiguos predios de la Laguna El Porvenir fue paralizada
y el Bulevar redimensionado hasta ser lo que es hoy prácticamente un parche mal
puesto en el Centro Histórico que aspira convertirse en Patrimonio Cultural de
la Humanidad.
La documentación sobre el proyecto “Boulevard Bolívar”
presentada por la Oficina Técnica Natalio Ávila para su análisis y discusión no
satisfizo las expectativas de los residentes en el casco histórico de Ciudad
Bolívar.
La antropóloga María Eugenia Villalón, presidenta de
la Asociación de Vecinos., manifestó en esa ocasión su preocupación por el
carácter inconsulto del proyecto y denunció que éste no procedía de una
encuesta sobre el perfil socio-económico de residentes y usuarios del casco, como normalmente se
requiere para obras de similar envergadura proponiendo cambios radicales en los
hábitos de la ciudadanía y en su entorno físico-ambiental. Es decir, que el
proyecto pretendía ofrecer una solución urbanística a necesidades y deseos que
no fueron previamente determinados.
La Asociación de Vecinos del Casco
Histórico reconocía, sin embargo, la necesidad impostergable de rescatar,
conservar y revitalizar el sector. Se
manifestó complacida de que la zona fuese objeto de atención especial
íntimamente ligada a las obras bicentenario y aplaudió el interés mostrado por
el Ejecutivo Regional en el rescate del perímetro histórico, pero que no por
ello debían pasar por alto aspectos tan vitales para los residentes.
Por ejemplo, los residentes apoyaban la
idea de restringir el tráfico ajeno en todo el Casco y, como parte de esta
meta, de transformar la calle Bolívar en un paseo peatonal; pero no deseaban
que el futuro carácter peatonal de esta calle se utilice como un elemento para
impulsar un cambio de uso en el área e incrementar el comercio incompatible con
el carácter residencial de la zona alta de la ciudad, la cual deseaban que
permaneciera netamente residencial.
Observó no obstante que la calle
Bolívar, presenta condiciones NO óptimas para el disfrute peatonal debido a su
pendiente fuerte, altas temperaturas y poca
atracción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario