Radio
Bolívar, desde que Fitzí Miranda la endosó al “Catire” Isturiz, tuvo dos
momentos estelares: primero cuando operó bajo la dirección de José Antonio
Fernández y, posteriormente, dirigida por otro José Antonio (José Antonio
Nicolás) a quien los citadinos preferían identificar como el “Turco” Nicolás,
porque, al parecer, era descendiente de musulmanes turcos y además, un riguroso
administrador que regateaba hasta el último centavo.
Hasta mi me regateó lo que debía pagarme
por el cotidiano programa “El Día de hoy en la Historia” que como apertura del
noticiero leía Héctor Cristofini, y un resumen semanal de noticias en la voz dominical de Romelia Rosales.
Esto fue por los años sesenta cuando el
doctor Ricardo Hurtado, hablador como todo buen hispano, escribía diariamente
en “El Bolivarense” siempre sobre tópicos económicos, especialmente en lo
tocante al desarrollo industrial y energético
que se avizoraba en la Zona del Hierro. Abogaba por San Félix y
febrilmente por Ciudad Bolívar, en peligro de quedar a la zaga.
Evaristo Marín, a quien también vemos en
la foto libreta en mano, era el
Corresponsal de El Nacional y cultivaba a Ricardo Hurtado como fuente noticiosa
verídica y segura por su estrecha conexión con las autoridades y gerentes de
las empresas que estaban surgiendo en la confluencia del Orinoco con el
Caroní. El también colaboraba con Radio
Bolívar y por eso se entiende a los tres en la fotografía en plena audición
radial.
La primera vez que salí noticiado en El
Nacional fue por una información de Evaristo señalando cómo por no “matar” un
perro muerto tendido en la vía, choqué contra un banco del Paseo Falcón. Reparar el banco me costó 200 bolívares y un
regaño frontal de un alto funcionario del Gobernador Sánchez Lanz. Entonces Tránsito Terrestre operaba bajo la
dirección del Ejecutivo Regional y era éste el que expedía los títulos de
conducir. Todavía conservo el mío como una
reliquia.
José Antonio Nicolás pereció en un
accidente de tránsito, a Ricardo Hurtado se lo tragó la tierra y Evaristo
Marín, quien se graduó conmigo y Rubén Ferrer Rosas en la Escuela de Comunicación
Social de la UCV ,
aún sigue activo en Puerto La Cruz y Barcelona, además de Cronista Oficial del Norte de Margarita donde nació.
Evaristo Marín venía ejerciendo el
periodismo desde 1954 en El Tigre como Corresponsal de “Últimas Noticias” y al
mismo tiempo reportero del entonces Semanario Antorcha.
Después Evaristo Marín pasó a Tucupita
como Corresponsal de El Nacional y en 1957 se estableció en Ciudad Bolívar como
corresponsal del mismo diario de Puerto Escondido. Las primeras informaciones
sobre la construcción de la Planta Siderúrgica las supo Venezuela a través de
este corresponsal. Aquí en Ciudad Bolívar llegó a ser Secretario de
Organización en 1958 de la Asociación
Venezolana de Periodistas al lado de Eliécer Sánchez Gamboa, Joaquín
Latorraca, Pedro Lira, José Manuel Guzmán Gómez (Chemelo), Lorenzo Vargas Mendoza,
Vilchez, Tomás Mogna, Santiago Maestracci y Diógenes Trancone.
Todavía se mantiene activo en Barcelona
y Puerto La Cruz
con su peculiar estilo, agilidad y agudeza, ameno, ingenioso, con un sano y
agradable sentido del humor. En fin, un periodista fiel a su causa,
responsable, insobornable, gremialista y
solidario. (AF)
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