En esta ciudad donde nació en 1938, falleció ala edad de 78 años (18/1/2016) el periodista y farmacéutico
Andrés Ernesto Bello Bilancieri (en la foto dialogando con Diógenes Tronconi y
Américo Fernández)
Era
hijo del doctor Fermín Bello Dalla Costa, casado con Carmen Luisa Bilancieri de
Bello, de cuya unión nacieron. Además de Andrés Ernesto, Carmen Alicia, Roberto y María Matilde.
Andrés
Ernesto Bello Bilancieri, quien había nacido el 3 de diciembre de 1938, tuvo
una vida muy activa, ya como doctor en Farmacia, heredero de la otrora popular
“Farmacia Bello” propiedad de su padre, en edificio propio, entre las Calles
Bolívar y Libertad, como columnista de varias publicaciones regionales y Director
del diario “El Bolivarense”, Presidente de la Cámara de Comercio e Industrias
del Estado Bolívar, Gerente del Banco Guayana, Gerente de la sucursal de la
antigua Corporación Venezolana de Fomento.
Ingreso
a la Asociación Venezolana de Periodistas, Seccional Bolívar, de la mano de
Rafael Durán Rondón y Manuel Cisneros Gambús el 25 de marzo de 1965 y
posteriormente al Colegio Nacional de Periodistas en 1976. Llegando a ocupar
cargos directivos.
Igualmente,
Bello Bilancieri incursionó en la Ganadería y fue uno de los últimos directivos
de ese gremio que llegó a tener tanta resonancia en el Estado cuando era dirigido
por hombres como Horacio Cabera Sifontes, Raúl Villegas, Antonio José Grimaldi,
Ricardo D´ Marco.
Era
amante del motociclismo y encabezó un grupo de su generación para ir por
primera vez en moto hasta Boa Vista cuando el Batallón de Ingenieros Juan
Manuel Cajigal construía la carretera El Dorado- Santa Elena. Fue entonces cuando los bolivarenses
conocieron por primera vez que el Brasil construía en la frontera una ciudad
con el nombre de Pacaraima.´
El colega tenía un gran sentido del humor, extrovertido hasta cierto punto, optimista y entusiasta, curioso y enérgico, de mente abierta y forma muy propia de ver la vida, aunque al final esta no le fue muy grata, pues un accidente cardiovascular lo sentó con mucha paciencia en una silla de rueda que habría deseado fuese la moto con la cual atravesó la Gran Sabana.(AF)
El colega tenía un gran sentido del humor, extrovertido hasta cierto punto, optimista y entusiasta, curioso y enérgico, de mente abierta y forma muy propia de ver la vida, aunque al final esta no le fue muy grata, pues un accidente cardiovascular lo sentó con mucha paciencia en una silla de rueda que habría deseado fuese la moto con la cual atravesó la Gran Sabana.(AF)
Gracias Américo Fernández por tan hermosa recopilación de la vida de mi abuelo Andrés Ernesto. Te agradezco en nombre de nuestra familia por la publicación... Describes a mi abuelo como me encanta recordarlo: Activo y con buen humor. Me gustaría entrar en contacto con usted... así como mi abuelo soy periodista.
ResponderEliminarSaludos, Luisa Andrea Cisneros Bello.