miércoles, 28 de mayo de 2014

Luz Machado Premio Nacional


El Premio Nacional de Literatura  otorgado en noviembre de 1986  a Luz Machado por su densa obra poética llenó de júbilo a sus paisanos nativos de Ciudad Bolívar y a los guayaneses en general.
Velia Bosch, quien pasó su infancia aquí al lado del Orinoco, dijo que el Premio Nacional de Literatura otorgado a Luz subraya la dimensión de una vida dedicada por entero al ejercicio de la palabra. Subraya lo que ya venía siendo voz pópulo en casi todas las antologías de poetas latinoamericanos. Luz Machado es una asceta de nuestros días, por tanto, este premio no la embriaga ni la llena de oropeles. A lo sumo la recoge en su inmensa soledad creadora.
            Elías Inati, quien perteneció al Grupo Viernes y es autor del libro de poesía Las cenizas del día, fue otro de los poetas guayaneses que manifestó su contento por el premio a su coterránea, autora de La espiga amarga.   Creo que se esperó mucho tiempo para ser justo con quien en 1946 ganó el Premio Municipal de Poesía con su libro Vaso de resplandor.     Ella siempre pudo presentir lo nuevo y el valor de afirmarlo inclinando el oído a los rumores de su corazón, sin temor de sostener en pie, lo que hace que se rinda cada cosa en su trayectoria solitaria.
            Milagros Mata Gil, ganadora del Premio Fernando Pessoa, al dar su opinión sobre el Premio Nacional de Literatura, dijo que éste es una recompensa a la sobrevivencia en un medio que es naturalmente hostil a los escritores y artistas en general, más que un premio a la calidad del trabajo, pero que en el caso de Luz Machado es un reconocimiento todavía más significativo por cuanto es dado a una mujer que seguramente venció muchas contradicciones dentro del papel que le asigna la sociedad a la mujer en su condición de escritora.      Por otra parte, también es un reconocimiento a su obra que ha sido persistente y sólida, especialmente su Canto al Orinoco, que es uno de los mejores poemas escritos al río.    Mimina Rodríguez Lezama, directora de la Casa de la Cultura: “es un justo reconocimiento a una notable escritora de obra perdurable por la seriedad y equilibrio temático que la sustenta y por la perseverancia. Hace muchos años el país aguardaba este reconocimiento. Luz no sólo es buena poeta sino también excelente prosista. Guayana se siente orgullosa con este reconocimiento a una de sus figuras más ilustres”.
             Desde su tiempo de adolescente cuando formaba parte el Coro de la catedral bajo la batuta de Carlo Afanador Real, podríamos decir que Luz Machado se dedicó a la literatura en el campo de la poesía.  Su padre, José Gabriel Machado, jurisconsulto, descendiente del prócer de la Independencia, Capitán de Navío José Tomás Machado, era, por su mima profesión humanista, amante de la letras y de la literatura clásica, poseedor de una biblioteca muy universal.  En ese ambiente nació y creció Luz Machado y por esa vía llegó a ser en las letras venezolanas la personalidad literaria que llegó a merecer el Premio Nacional de Literatura.
Este Premio no sólo lo celebraron los venezolanos sino sus amigos intelectuales chilenos que conoció, trató y se relacionó durante los cuatro años que permaneció como Embajadora cultural de Venezuela en aquel país meridional. Fueron cuatro años en los que trabajó arduamente en lo relacionado exclusivamente con la cultura y la literatura.
Organizó ciclos de conferencias sobre escritores venezolanos: Rufino Blanco Bombona, Rómulo Gallegos, Teresa de la Parra, entre otros, y como parte de los programas  desarrollados en el PEN Club en calidad de Vicepresidenta, auspiciada por la Embajada.


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