viernes, 11 de septiembre de 2020

OBELISCOS DE CIUDAD BOLÍVAR



Como en el antiguo Egipto, en tiempos de los Faraones, Ciudad Bolívar erigía Obeliscos para conmemorar fechas significativas.
Los obeliscos antiguos que por imitación se extendieron a numerosos países occidentales eran  monumentos con forma de pilar, de sección cuadrada, con cuatro caras trapezoidales iguales, ligeramente convergentes, rematado superiormente en una pequeña pirámide  semejante al que aún existe en la Plaza Maturín de Ciudad Bolívar frente al Liceo Peñalver y que data de finales de siglo diecinueve.  Modernamente han variado y en vez de piedra o de concreto armado,  son de bloques de vidrio como el que existió en el Mirador Angostura de Ciudad Bolívar en época del dictador Marcos Pérez Jiménez.
El primer Obelisco del que se tiene noticia se data en la época de Userkaf, faraón de la dinastía V de Egipto 2500 años antes de Cristo,
El primero de Ciudad Bolívar fue dedicado a la Federación para conmemorar el 27 de abril de 1870, fecha en la que el general Antonio Guzmán Blanco inició la recuperación del poder arrebatado por la Revolución de los Azules al líder de la Guerra Federal Juan Crisóstomo Falcón, coronado con un busto del “Ilustre Americano” que posteriormente fue eliminado por decreto de la Asamblea Legislativa,  año en que Guzmán Blanco cayó en desgracia y sus estatuas erigidas en vida fueron derribadas.
Durante el gobierno del general Marcelino Torres García el Obelisco fue incorporado a la llamada Plaza de la Rehabilitación, levantada en diciembre de 1916 y mediante un concurso ganado por el artista guayanés Juan de Dios Baldivián, se le incorporó la triada escultórica de bronce, sacada de cuajo por la muchedumbre el día del fallecimiento del Juan Vicente Gómez, del hombre que sojuzgó al país por espacio de tres decenios.

El Obelisco, libre de bustos y alegoría, quedó de todas maneras de pie con su estructura de ladrillo y mezcla mulata que los bolivarenses siempre respetaron y que jamás toleraron ningún agregado, menos cuando esos aditamentos se decretaban cómodamente para exaltar la megalomanía de ciertos gobernantes.

En 1961, siendo gobernador del Estado el ingeniero Leopoldo Sucre Figarella y a propósito del centenario de la capital monaguense, se le quiso rendir homenaje a la ciudad de Maturín donde Piar, Libertador de Guayana, ganó tres batallas consecutivas durante la Guerra de Emancipación, y se aprovechó el Obelisco desolado para centrarlo en la llamada la Plaza Ciudad de Maturín. Para cuya inauguración vino el gobernador de ese estado, así como los miembros del Concejo Municipal de esa entidad federal.
La Plaza Maturín fue dotada de jardín y un espejo de agua, pero su atractivo principal es el Obelisco en la Avenida 5 de Julio, frente al Liceo Fernando Peñalver.
El otro Obelisco, distinto en su estructura, era de bloques de vidrio, muy moderno, y emergía de una fontana en el Mirador Angostura que entonces era un Restaurant Fuente de soda con pista bailable que sustituía al antiguo mercado.
El Obelisco se levantó en tiempos del gobernador Dr. Eudoro Sánchez Lanz (953 – 1858), para conmemorar el 4 de junio de 1762, título Real del Rey Carlos III que resuelve crear la nueva Capital de la Provincia de Guayana, bien sea Angostura.  
A la fontana de donde emergía el Obelisco el cual podemos apreciar en la gráfica facilitada por Carlos Acevedo, algunos visitantes lanzaban monedas en la creencia que daba buena suerte en  el amor  como ocurre en Roma con la monumental Fontana de Trevi.  (AF)

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