UPATA: CHAQUETA Y SAMBUCA
Upata es un manjar de mujeres bonitas,
según Rómulo Gallegos en Canaima. No
sabemos si él lo constató o fue que se
lo contó Ana Luisa Contasti. Lo
cierto es que con esa fama se ha quedado a través de los tiempos y más con la
leyenda parecida a la bolivarense según la cual “quien se come la cabeza de la
sapoara se queda para siempre en la ciudad casado con una guayanesa”
En Upata no hay sapoara, pero figura enhiesta y tramposa la Piedra de
Santa María a donde las upatenses trepan a los forastero para como en un
Bautisterio, le vierten las lustrales aguas que manan del peñón para que se queda anclado en el Yocoima donde echó sus áncoras el francés Leopoldo Talhiardat el día que se enamoró de Concepción
Acevedo, vistiendo. por cierto, una
chaqueta o chamarra como le dicen los aztecas, pero que amarran de verdad a las
empáticas muchachas que aúpan y colman de arrumacos, sobre todo cuando están
bien entonadas con Sambuca, un licor dulce y fuerte que tan pronto le asoman un
fósforo rayado se configuran como un volcán en erupción, (AF)
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