jueves, 13 de agosto de 2020

UPATA: CHAQUETA Y SAMBUCA



Upata es un manjar de mujeres bonitas, según Rómulo Gallegos en Canaima.  No sabemos si él lo constató o fue que se  lo contó Ana Luisa Contasti.  Lo cierto es que con esa fama se ha quedado a través de los tiempos y más con la leyenda parecida a la bolivarense según la cual “quien se come la cabeza de la sapoara se queda para siempre en la ciudad casado con una  guayanesa”  En Upata no hay sapoara, pero figura enhiesta y tramposa la Piedra de Santa María a donde las upatenses trepan a los forastero para como en un Bautisterio, le vierten las lustrales aguas que manan del  peñón  para que se queda anclado en el Yocoima  donde echó sus áncoras el francés  Leopoldo Talhiardat el día que se enamoró de Concepción Acevedo, vistiendo. por cierto,  una chaqueta o chamarra como le dicen los aztecas, pero que amarran de verdad a las empáticas muchachas que aúpan y colman de arrumacos, sobre todo cuando están bien entonadas con Sambuca, un licor dulce y fuerte que tan pronto le asoman un fósforo rayado se configuran como un volcán en erupción, (AF)

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