sábado, 29 de diciembre de 2018

"BURRO NEGRO" Y EL NUEVO AÑO


Burro Negro era un cañón grande montado sobre un par de ruedas estrelladas del cual todo el pueblo bolivarense estaba pendiente en diciembre de cada año.  El que tal vez fue en un tiempo arma de muchas batallas, había quedado en tiempos de paz como pregón para anunciar con su estampido la llegada de un nuevo año.
      Los soldados del Batallón Rivas acuartelados en el Capitolio como antes se llamaba la hermosa Casa de la Plaza Miranda que estuvo luego ocupada por la Prefectura y Comandancia de Policía, cuidaban y custodiaban a Burro Negro y cada noche del 31 de diciembre lo rodaban hasta El Zamuro, lo atascaban con pólvora y arcilla y a la media noche retumbaba Burro Negro con toda la fuerza y poderío de su carga haciendo más sonora y emotiva la llegada del Año.
      Después llegó el tiempo en que Burro Negro no pudo más y en la medianoche de un 31 de diciembre se desintegró en su propia y última onda de salitre, carbón, barro y azufre, sepultando así unos cuantos años de tradición.  Presintió tal vez e advenimiento de otra forma más moderna – la Radio – de anunciar la transición del año viejo al año nuevo.

      El por qué se escogió un arma de guerra para anunciar la venida del Año Nuevo cuando más profundo y sincero es el anhelo de paz y amor, no lo sabemos.  Acaso venía como reminiscencia de las salvas para los grandes acontecimientos que se producían en Angostura cuando era sede de los Poderes Supremos de la República.(AF)

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