En
1976, la “Deere & Company” quería convertir a Ciudad Bolívar en el
centro de producción y distribución de tractores agrícolas y motores diesel
para los países del Pacto Andino y en esa dirección comenzaron a trabajar la
propia empresa conjuntamente con la
CVG como promotora y estimuladora del desarrollo de la Región Guayana.
El señor H. W. Beecherer, director de
exportación de la “Deere & Company”
que es la empresa productora de equipos y maquinarias más grande del mundo,
llegó a Ciudad Bolívar por primera vez el 21 de enero de 1976 para conocer el Parque Industrial “Los Farallones” donde estaba previsto montar la
fábrica de tractores y motores con el nombre de “Fanatracto”..
El Parque Industrial “Los Farallones”
con más de cien parcelas dotadas de todos los servicios, fue llevado a cabo por
la CVG interesada
entonces en elevar el rango manufacturero de la ciudad capital que estaba
quedando rezagada por el surgimiento fabril de Ciudad Guayana.
El alto ejecutivo de la Deere vino acompañado del
Director de Finanzas de la empresa, señor H. Richard Hediund y del señor E. H.
Hansen, gerente de la planta y fueron recibidos por Harry Mannil, presidente de
ACO, Francisco Casella, Ramón García y el doctor León Guevara Enet y
funcionarios de la CVG.
El área escogida para dicha fábrica abarcaba
12 hectáreas
y 23 mil metros cuadrados la fábrica, para lo cual estaba prevista una
inversión de 72 millones de bolívares (dólares a 4,30) y una masa obrera de mil
personas. Concretamente produciría
tractores agrícolas, retroexcavadoras y motores Diesel.
Toda la tecnología de John Deere fue
puesta a la disposición de Venezuela y de la nueva planta a construirse, libre
de pago como también libre de recargo la producción. Se trataba de una tecnología que venía de
cien años atrás.
La caída del Gobierno de Carlos Andrés
Pérez hizo que cayera igualmente la fortaleza de los planes de la CVG
enderezados a darle a Ciudad Bolívar una oportunidad fabril de importancia,
pues lo que vino después frenó el proyecto y lo sustituyó por uno presentado
por el Gobierno iraní anunciado por el presidente Hugo Chávez en el 2003, vale
decir, 27 años después.
En diciembre del 2003, el
gobierno informó que los iraníes estaban interesados en la fabricación de una
planta de ensamblaje, y luego de fabricación de tractores y que además querían
favorecernos con la transferencia tecnológica.
En septiembre de 2004 se dijo
que en el gobierno hay un empeño de instalar “muy pronto” la fábrica, se
resaltó que ya no haría falta traerlos de China ni de Brasil porque
los fabricaríamos aquí. Así, se ordenó dar prioridad a la firma del convenio,
vía Consejo de Ministros. Para octubre del
mismo año 2004 se
mostraron los tractores que ya tenía el país, pero, en La Guaira, porque se
traían en cajas y se ensamblaban en dicho puerto.
En abril (2005), Ultimas Noticias informó que
Venezuela construirá 10 mil tractores, 5
mil camiones y 3 mil 500 maquinarias para la construcción y vialidad producirán
anualmente la fábrica de tractores y camiones que adelanta el Gobierno
bolivariano como resultado de los convenios de cooperación suscritos entre las
repúblicas de Venezuela
y Bielorrusia
Lo cierto es que hasta ahora nada de lo anunciado. La última, según “La Patilla” del 22 de
diciembre de 2011 fue que en “En 2008, una carga enviada a este centro
iraní en Venezuela fue detenido por las autoridades turcas. A pesar de que los
contenedores estaban etiquetados como “piezas de tractor”, se trataría de
“barriles de nitrato y sulfato”, productos químicos para la confección de
explosivos…”
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