La Casa Wantzelius la construyó el naviero alemán Adolfo Enrique 
Wappaus en 1851, para vivir en ella con su familia y que sirviera a la 
vez de sede del Consulado de Hamburgo. Es una casa de dos plantas, 
estilo neoclásico, que la municipalidad acordó demoler el 8 de abril de 
1971.
Ya con el tractor y la piqueta en la puerta, la Asociación Venezolana
 de Periodistas se movilizó y desde Radio Angostura arengó a los vecinos
 para que impidieran se ejecutara el acuerdo sancionado por el Concejo 
Municipal que entonces presidía Antonio José Grimaldi.
El inmueble, propiedad del municipio, sería demolido por considerar 
los concejales que “su estado de abandono constituye un peligro para la 
seguridad del sector de la vía donde se halla”.
El gobernador del estado, arquitecto Manuel Garrido Mendoza, respaldó
 el pronunciamiento de los periodistas agremiados en la AVP y calificó 
el acuerdo municipal de atentado contra los valores arquitectónicos de 
la ciudad como de contradicción con la obligación del Concejo Municipal 
de mantener el conjunto arquitectónico del casco urbano, motivo de 
orgullo y fuente de atracción turística.
Ofreció que si la Municipalidad lo permitía, el Ejecutivo estaba 
dispuesto a asumir la responsabilidad de la restauración del inmueble, 
no sólo de la casa Wantzeluis, sino de todos las que forman el círculo 
histórico alrededor de la Plaza Bolívar y otras donde prive el interés 
histórico y de la arquitectura colonial.
Al final, la casa no fue demolida, pero días después de manera 
furtiva le sustrajeron las vigas principales tal vez buscando sin 
lograrlo que se derrumbara. Sólo sufrió una inclinación semejante a la 
Torre de Pisa que es posible notar ahora después de su restauración por 
etapas gracias al empeño inicial del arquitecto Elisa Rodríguez 
Landaeta, funcionaria de Ministerio de Desarrollo Urbano y a las 
gestiones del entonces Jefe del Estado Mayor de la V División, general 
Betancourt Infante, quien logró que una vez terminada su restauración 
fuera destinada al Archivo Histórico de Guayana, y sede de la Sociedad 
Bolivariana y del Cronista de la Ciudad. Sin embargo, el gobierno 
posterior la destinó a sede de la Dirección de Educación del Estado.
Mandada a construir en 1851 por el naviero alemán Adolfo Enrique 
Wappaus, el inmueble se sumó al conjunto arquitectónico que en Ciudad 
Bolívar inauguró un nuevo estilo en el urbanismo del siglo diecinueve.
¿Casa de los Wantzelius? Así le dicen no sabemos desde cuándo. Tal 
vez desde 1914 cuando la compró el comerciante George Wantzelius, pues 
antes, mucho antes, en 1851 la casa había sido construida por Adolph 
Henrich Wappaus, hijo del armador George H. Wappaus, segundo naviero de 
importancia en Hamburgo, metrópoli del comercio alemán desde la creación
 en el siglo XIII de la liga Hanseática.
El primer cónsul de las ciudades Hanseáticas en Angostura fue 
Wuppermann, designado en febrero de 1838. Era socio de Theodor Munch en 
un comercio de importación y exportación y estuvo como tal hasta 1857 
cuando se ausentó de la ciudad. A partir de entonces se sucedieron en el
 Consulado, Henrich Krokn, L. F. Blohm y Adolph Henrich Wappaus..
Georg Wantzelius vivió allí con su familia hasta 1937 que la casa fue
 vendida para residencia del Presidente del Estado que entonces era el 
doctor José Benigno Rendón, pero éste nunca vivió allí porque al año 
siguiente cuando pensaba mudarse, fue sustituido por el doctor Ovidio 
Pérez Agreda, quien decidió destinar el inmueble para sede de la 
prefectura. Allí también funcionaron el Concejo Municipal, la Banda 
Dalla Costa y finalmente la Asociación Venezolana de Periodistas hasta 
1965 cuando la casa acusaba un peligroso deterioro.
El Dr. José Benigno Rendón finalmente compró la casa de otro comerciante aleman empleado de Blohm & Cia de apellido Wehrmann, ubicada en la esquina de Rosario con Libertad y conocida hoy como Casa Rendón
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