El 2 de enero de 1933, el doctor Antonio Álamo, por decisión del presidente de la República, fue designado presidente del estado Bolívar una vez terminado el período del doctor Toribio Muñoz.
El doctor Antonio Álamo, historiador, abogado y político, gobernó al Estado Bolívar desde 1933 hasta la muerte del dictador Juan Vicente Gómez. Nació en Barquisimeto y fue también presidente del estado Sucre, ministro de Fomento y presidente de la Academia Nacional de la Historia.
El doctor Antonio Álamo era casado con la escritora Higinia Bartolomé, quien a los pocos días de haber llegado su marido a tomar posesión del Gobierno, en reemplazo del Ejecutivo encargado, doctor Toribio Muñoz, escribió bella estampa de la capital bolivarense, publicada en la revista local “Alondras” de Anita Ramírez:
El presidente Antonio Álamo y su esposa se residenciaron en la casa donde estuvo preso Manuel Piar antes de su fusilamiento. Allí escribió esa estampa reproducida en mayo de 1933 por la revista caraqueña “El Meridiano”.
La escritora, sumamente impresionada, encontraba a Ciudad Bolívar fabricada en una pequeña colina que vista de lejos le recordaba a Quintamar de la Sierra. Esta condición topográfica hace que las calles suban y bajen por todos lados, y la ondulación se comunique a techos y azoteas, pues no hay dos al mismo nivel y tal irregularidad resulta pintoresca. No hay la monotonía de las modernas ciudades tiradas a cordel, siempre llanas, siempre iguales, sino que lo imprevisto, sale cada momento al paso.
El doctor Álamo gobernó tres años y, durante ese tiempo, su labor fue en el campo de las relaciones sociales más pródiga que en el de la realización de obras públicas. En todo caso, ella estuvo centrada en mejorar la vialidad del interior del territorio regional. Ejecutó los puentes de Guaimire, los Caneyes, Caripito y Matacorumo en la carretera hasta El Dorado; refacción y decoración del Palacio de gobierno, estudios preliminares para el nuevo Acueducto de la ciudad capital; reconstrucción de las avenidas 5 de Julio y 19 de Abril y prolongación del Paseo Falcón hasta el Dique por el sistema de concreto.
Con motivo de las Bodas de Plata de la “Rehabilitación Nacional” (19 de diciembre), el presidente Antonio Álamo pronunció un discurso en la Piedra del Medio en el acto de colocación de la primera piedra de la estatua de La Paz. Nunca pudo ser como tampoco posteriormente el monumento que el gobernador Luis Raúl Vásquez Zamora pensaba levantar en homenaje a los descubridores de las fuentes del Orinoco, ni el que el gobernador Luis Goubat encargó para exaltar a la India del escudo de Guayana.
Juan Vicente Gómez falleció en Maracay, el 17 de diciembre de 1935, dos días antes de celebrarse un nuevo aniversario de la “Rehabilitación Nacional”, lema que marcó su mandato de casi tres decenios.
Nueve días después de la muerte de Gómez que anunciaba un nuevo status político para Venezuela, el doctor Antonio Álamo se separó del ejecutivo regional y dejó encargado del Despacho al general J. M. Osorio.
El doctor Antonio Álamo, junto con su esposa Higinia, abandonó la ciudad en horas del mediodía en un avión de Aeropostal. Lo despidieron en el aeródromo los coroneles Ángel María Sánchez, jefe de las Fuerzas Armadas acantonadas en la plaza, y Maximiliano Vásquez, administrador de la Aduana.
El general Osorio, inmediatamente después de haber sido encargado del ejecutivo, decretó la pavimentación del Paseo El Porvenir, así como el trayecto comprendido entre la Plaza Centurión y el cementerio; relleno de la calle Venezuela y construcción de un alcantarillado, desde la Esquina 30 llaves hacia el Este. (AF)
El doctor Antonio Álamo, historiador, abogado y político, gobernó al Estado Bolívar desde 1933 hasta la muerte del dictador Juan Vicente Gómez. Nació en Barquisimeto y fue también presidente del estado Sucre, ministro de Fomento y presidente de la Academia Nacional de la Historia.
El doctor Antonio Álamo era casado con la escritora Higinia Bartolomé, quien a los pocos días de haber llegado su marido a tomar posesión del Gobierno, en reemplazo del Ejecutivo encargado, doctor Toribio Muñoz, escribió bella estampa de la capital bolivarense, publicada en la revista local “Alondras” de Anita Ramírez:
El presidente Antonio Álamo y su esposa se residenciaron en la casa donde estuvo preso Manuel Piar antes de su fusilamiento. Allí escribió esa estampa reproducida en mayo de 1933 por la revista caraqueña “El Meridiano”.
La escritora, sumamente impresionada, encontraba a Ciudad Bolívar fabricada en una pequeña colina que vista de lejos le recordaba a Quintamar de la Sierra. Esta condición topográfica hace que las calles suban y bajen por todos lados, y la ondulación se comunique a techos y azoteas, pues no hay dos al mismo nivel y tal irregularidad resulta pintoresca. No hay la monotonía de las modernas ciudades tiradas a cordel, siempre llanas, siempre iguales, sino que lo imprevisto, sale cada momento al paso.
El doctor Álamo gobernó tres años y, durante ese tiempo, su labor fue en el campo de las relaciones sociales más pródiga que en el de la realización de obras públicas. En todo caso, ella estuvo centrada en mejorar la vialidad del interior del territorio regional. Ejecutó los puentes de Guaimire, los Caneyes, Caripito y Matacorumo en la carretera hasta El Dorado; refacción y decoración del Palacio de gobierno, estudios preliminares para el nuevo Acueducto de la ciudad capital; reconstrucción de las avenidas 5 de Julio y 19 de Abril y prolongación del Paseo Falcón hasta el Dique por el sistema de concreto.
Con motivo de las Bodas de Plata de la “Rehabilitación Nacional” (19 de diciembre), el presidente Antonio Álamo pronunció un discurso en la Piedra del Medio en el acto de colocación de la primera piedra de la estatua de La Paz. Nunca pudo ser como tampoco posteriormente el monumento que el gobernador Luis Raúl Vásquez Zamora pensaba levantar en homenaje a los descubridores de las fuentes del Orinoco, ni el que el gobernador Luis Goubat encargó para exaltar a la India del escudo de Guayana.
Juan Vicente Gómez falleció en Maracay, el 17 de diciembre de 1935, dos días antes de celebrarse un nuevo aniversario de la “Rehabilitación Nacional”, lema que marcó su mandato de casi tres decenios.
Nueve días después de la muerte de Gómez que anunciaba un nuevo status político para Venezuela, el doctor Antonio Álamo se separó del ejecutivo regional y dejó encargado del Despacho al general J. M. Osorio.
El doctor Antonio Álamo, junto con su esposa Higinia, abandonó la ciudad en horas del mediodía en un avión de Aeropostal. Lo despidieron en el aeródromo los coroneles Ángel María Sánchez, jefe de las Fuerzas Armadas acantonadas en la plaza, y Maximiliano Vásquez, administrador de la Aduana.
El general Osorio, inmediatamente después de haber sido encargado del ejecutivo, decretó la pavimentación del Paseo El Porvenir, así como el trayecto comprendido entre la Plaza Centurión y el cementerio; relleno de la calle Venezuela y construcción de un alcantarillado, desde la Esquina 30 llaves hacia el Este. (AF)
donde quedaba la la Esquina 30 llaves?
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