A Ramón Isidro García Gil, amigos y copartidarios le endilgaron el remoquete de “Tabaquito”, acaso porque
era adicto al tabaco habanero, el mismo, aunque de menor calidad, que
sensibilizaba la percepción del héroe de la II Guerra Mundial, Sir Winston
Churchill.
Se veía Ramón Isidro muy orondo con su tabaco, no sólo por
su humo aromático provocador, sino por el color característico del mismo
armonizando con su piel de negro mestizo rozada por el ambiente quejumbroso del
barrio Negro Primero donde había nacido él y su misma familia fundadora del
sector junto con otras familias que luego destacaron en su profesión como los Zurita.
De allí emergió a la vida pública cuando apenas era un
mozalbete. Pero no es lo más curioso,
sino que habiendo nacido en un barrio pobre, sin preparación intelectual aunque
despierto y buena labia, llegó a ser
edil, dirigente sindical y Vicepresidente del Concejo Municipal de Heres.
Devoto de Jóvito Villalba, a quien trataba de imitar la
tonalidad de su discurso, se fue un día a Caracas con los dirigentes de URD
Humberto García, Pablo Guerra, Oswaldo Curra y Adolfo Thali a hacer un curso
sindical que aprovecharon muy bien pues Adolfo Thali terminó siendo presidente
del Sindicato de la Siderúrgica y él del sindicato de la CANTV pues su gerente
Lozano Villegas le había dado allí un puesto como cobrador.
Un día lo enviaron a Caicara a preparar el ambiente para una
posible visita electoral de Jóvito. Le
dieron para sus gastos diez bolívares y asombrosamente regresó con cinco. En inusitado alarde de honradez y mística
militantes devolvió los cinco bolívares a René Vhalis, responsable de las
finanzas, con el agregado de una vianda de las típicas y dulces arepas de
Coroba.
En cierta ocasión le oyó decir a Horacio Cabrera Sifontes
que si por desgracia llegaba a quedar inválido, sobreviviendo en silla de
rueda, no vacilaría en darse un tiro y Ramón Isidro García Gil estuvo de
acuerdo con el escritor. Pero fue incapaz
de hacerlo el día en que de tanto fumar fue víctima de una trombosis
cerebral. De todas maneras falleció
meses después, irónicamente, poseído por una millonaria suerte en la lotería de
la que también era adicto inspirado por el humo aromático de su tabaco.
El Barrio Negro
Primero donde nació Ramón Isidro pertenece hoy a la Parroquia Vista
Hermosa. Es ya un sector urbano
importante limitado por la
Avenida 17 de Diciembre, los Farallones del Río San Rafael,
el Barrio Angostura y la
Avenida Nueva Granada.
Tiene su placita y una escuela, la Bethel, fundada por el pastor
evangélico José Luis Orsetti.
A Negro Primero
(Pedro Camejo), muerto en la Batalla de Carabobo, los miembros de una hermandad
de espiritistas que lo invocan con ron y tabaco al igual que a otros muertos,
quisieron erigirle una capilla, pero el obispo Crisanto Mata Cova movió sus
influencias y lo impidió, de todas maneras vecinos trabajan para que lo mismo
que hicieron con Páez en La Mariquita, le erijan un busto al valiente Negro
Primero en la Placita del barrio.
Entre los primeros
pobladores de ese sector en los años 40, están la familia Zurita, la Familia
Mota, la Familia Aparicio, la Familia Morillo y la Familia García Gil, padre de
Ramón Isidro García Gil, quien fue dirigente sindical, edil y Vicepresidente
del Concejo Municipal de Heres.
Por el sector de
Negro Primero pasa la quebrada de “Quita Calzón” donde ocurrió el primer
accidente de automóvil por volcamiento y cuyo nombre responde según la leyenda
a un negro cimarrón morador de esos
predios, que le embestía de noche a los transeúntes y los despojaba hasta de
sus calzones.
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