El 16 de julio de 1997 comenzaron a celebrarse las bodas de plata de monseñor Medardo Luzardo Romero, primer obispo de Ciudad Guayana y arzobispo de Ciudad Bolívar desde el 5 de agosto de 1986.
Recibió homenaje por parte de las autoridades civiles regionales dentro del programa de sus 25 años de consagración episcopal. El programa se inicio con la consagración sacerdotal del diácono Osvaldo Villalobos.
Se recordó que cuando asumió su misión de primer obispo de Ciudad Guayana, dijo que “aquí estamos para servir y evangelizar. Para servir a todos, y especialmente a los pobres sufridos. Haremos una convivencia con Cristo. Asumiremos una actitud diferente a la riqueza. Buscaremos decididamente una forma más humana de vida. El laico debe proteger al débil y tratar de construir una estructura más justa”.
Monseñor Medardo Luzardo Romero, nacido en Los Puertos de Altagracia del Zulia el 17 de abril de 1935, fue también primer obispo de la Diócesis de San Carlos, nombrado el 16 de mayo de 1972 por su santidad el papa Paulo VI y su consagración tuvo lugar el 25 de julio del mismo año. En reconocimiento a su trabajo y atributos fue designado por el Episcopado Nacional para tomar parte en el Sínodo de Obispos que tuvo lugar en Roma en 1978, y para integrar el grupo de obispos venezolanos que viajo ese año a México con motivo de la Conferencia de Puebla.
De la Diócesis de Cojedes pasó a fundar la Diócesis de Ciudad Guayana, donde permaneció el mismo lapso (7 años) que en San Carlos, siendo lo mejor de su estada allí en la Zona Industrial de Caroní, la visita de su santidad Juan Pablo II, 29 de enero de 1985.
El 31 de mayo de 1986, su santidad el papa Juan Pablo II lo nombró tercer arzobispo de Ciudad Bolívar y el 5 de agosto del mismo año tomó posesión en un jubiloso acto litúrgico que engalanó a la Catedral Metropolitana de Ciudad Bolívar.
Una comisión encabezada por el gobernador René Silva Idrogo, el presidente de la Legislatura, Omar González Moreno y la presidenta municipal, Ligia Pulido de Macías, recibió a monseñor Luzardo a la entrada de la ciudad, desde donde lo acompañó en caravana que cubrió la ruta pastoral hasta llegar a la Plaza Bolívar, aquí recibió las llaves de la ciudad, fue declarado Hijo Ilustre y luego se dirigió a la catedral.
Las naves centrales y laterales de la catedral estaban repletas de personas que vitorearon al nuevo arzobispo cuando hizo su entrada al recinto para dar inicio a la misa concelebrada que contó con la asistencia del encargado de negocios de la santa sede, Adrián Bernardini, del secretario de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor José Vicente Andueza y de obispos y arzobispos de Cumaná, Maracaibo, Maturín, Barcelona, Guanare, Trujillo, Cabimas y Tucupita.
En agosto de 1988, Monseñor Luzardo se vio complacido por la visita del cardenal José Ali Lebrún, de quien fue su secretario privado cuando era obispo auxiliar de Maracaibo. El cardenal cumplió gira de dos días por Ciudad Bolívar y Caicara del Orinoco, tiempo durante el cual fue objeto de homenajes por parte de la Iglesia, poderes públicos y militares. En la municipalidad la presidenta Rosa de Mollegas le impuso las llaves de la ciudad y el deán de la catedral, monseñor Samuel Pinto Gómez, leyó las palabras de salutación en las que destacó el papel actual de la Iglesia.
En septiembre de 1989, monseñor Luzardo Romero estuvo en Roma de visita Ad limina Apostolorum con otros 33 obispos de las Diócesis de Venezuela, peregrinación de fe quincenal obligatoria e ineludiblemente tradicional desde el siglo VI. Se visita la tumba de San Pedro y San Pablo, pilares primarios de la Iglesia católica universal.
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