El 7 de noviembre de 1997 se instaló en la isla de Margarita la VII Cumbre iberoamericana con los jefes de Estado de España, Portugal y 19 países latinoamericanos, quienes firmaron la “Declaración de Margarita” que se centró en los valores éticos fundamentales de la democracia.
El documento firmado a propuesta del anfitrión, presidente Rafael Caldera, manifiesta la preocupación por la existencia de acciones jurídicas y legislativas extra-territoriales de Estados Unidos hacia otros países y subraya el derecho de las personas a recibir información libre y veraz, sin censura ni restricción alguna.
Mientras sus maridos asistían a la instalación de la cumbre, las primeras damas iberoamericanas visitaron Canaima. Un helicóptero llevó a las esposas de los presidentes a hacer un recorrido por el parque, a lo largo del río Carrao y alrededor de los saltos Ángel, Las Siete Hermanas y Cabo del diablo.
El presidente de Cuba, Fidel Castro, lanzó el viernes 7 en la cumbre una crítica a la globalización económica, que según él es responsable de las cíclicas crisis económico-financieras y da mucho poder a los magnates capitalistas, en detrimento de los gobernantes.
En un salón cerrado del hotel Isla Bonita el mandatario cubano denunció lo que llamó “maquinaria diabólica” de la información, que en horas da rostro a las crisis económico-financieras, como las ocurridas en México en 1995 y luego en Asia.
La próxima cumbre fue prevista en Portugal en octubre de 1998 para considerar el tema de “Los valores éticos de la globalización”.
Las cumbres iberoamericanas de jefes de Estado y de gobierno son las reuniones anuales de los jefes de Estado y Gobierno de los veintidós países que se encuentran en la Organización de Estados Iberoamericanos. Los miembros de pleno derecho y observadores que participan en ella son Andorra, Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Cuba Chile, Ecuador, El Salvados, España, Filipinas, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Honduras, México, Nicaragua Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Puerto Rico, República Dominicana., Uruguay y Venezuela,
Las cumbres se iniciaron en 1991 en Guatemala. En 2001 se sumó Puerto Rico a través de su secretario de Estado. Desde entonces, Puerto Rico ha participado en las cumbres en distintas ocasiones, pero no como miembro de pleno derecho, sino como país asociado. Esto es debido a su estatus de Estado Libre Asociado, el cual le impide una representación como Estado independiente en foros internacionales. Participa en la cumbre a través de su gobernador o de su secretario de estado.
En 2004 se sumó Andorra, en este caso como miembro de pleno derecho, siendo el primer país en incorporarse como miembro de pleno derecho desde el inicio de las cumbres en 1991.
En 2009 se sumaron Filipinas, y Guinea Ecuatorial., como miembros asociados con pleno derecho. También se sumaron en 2010 como miembros asociados Bélgica, Italia Marruecos, Francia y Países Bajos,
Sólo participan y son admitidos en la cumbre los países donde el español o el portugués constituyen lengua mayoritaria, aunque no sean oficiales. Hay otros países donde el español y el portugués tienen una presencia mínima, pero que guardan una historia común con España y Portugal como es el caso de Bélgica, Italia y Marruecos.
La cumbre más reciente fue la XXIV realizada en Veracruz, México, en diciembre de 20014 y en la cual no estuvo presente el mandatario venezolano. Esta cumbre abordó la cultura, la educación y la innovación como ejes centrales y, más allá de la previsión de que ponga en marcha un plan de movilidad académica iberoamericano parecido al Erasmus en Europa, se espera que sirva como relanzamiento de unas cumbres a las que cada vez les resulta más difícil competir con foros como Unasur o la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños).
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