El
22 de enero de 1992, el ministro de estado para la CVG, Leopoldo Sucre
Figarella, inauguró la Planta de Laminación de Alcasa, junto con su presidente
Ing. Rafael Rodríguez Pulido.
La moderna Planta inaugurada al costo
de una inversión de 6.500 millones de bolívares, fue diseñada para elevar la
producción de láminas duras de 20.000 a 60 mil toneladas al año.
Lamina dura utilizada para el envase de
bebidas carbonatadas con el objeto de abastecer el mercado nacional y exportar
los excedentes almercado latinoamericano con miras incluso de poder llegar al
mercado norteamericano. Fue lo que dijo
en esa ocasión el presidente de Alcasa, añadiendo que de esta manera Alcasa contribuye
al equilibrio de la balanza de pago aportando unos 84 millones de dólares al
año.
En esos días se hablaba con insistencia
de la posibilidad de que Alcasa pasara a propiedad del capital privado, por lo
que Sucre Figarella aprovechó la coyuntura para declarar que Alcasa “ni se compra ni se vende. La empresa reductora de aluminio no será
entregada a los grandes monopolios del capital internacional ni cedida a precio
viles a los dueños del capital nacional que buscan beneficios fáciles, rápidos
y sin riesgos”..
Alcasa también cuenta en Guacara con
una planta de laminación de hojas delgadas de aluminio (foil) con capacidad
para 6 mil toneladas métricas al año y un programa de expansión que le iba a
permitir aumentar la capacidad de producción a 30 mil toneladas para la
obtención de la misma láminas blandas y
foil.
Actualmente, Alcasa
produce también láminas para techos con un diseño que facilita la disipación
rápida del calor, lo cual ha sido muy provechoso a la hora de construir techos
para aulas y áreas deportivas en varios planteles educativos del Estado Bolívar.
Estas láminas, denominadas Frescalum, atendieron en el 2013 que fue cuando se
comenzó a impulsar este método, 27 mil láminas
a la Misión Vivienda, además de una gran cantidad otorgadas a 35 unidades educativas de la
entidad.
Con vista al año
próximo (2015), la planta se amplia
con equipos de alta tecnología y piezas procedentes de la República Popular
China. La fabricación de los nuevos equipos y del proceso de modernización de
las plantas de reducción, fundición y laminado de esta factoría tutelada por la
Corporación Venezolana de Guayana (CVG) se ejecuta con un monto global de 403
millones de dólares a través del Fondo de Gran Volumen China Venezuela, para la
adecuación tecnológica que permitirá diversificar la producción de aluminio.
Con estos cuantiosos recursos también se construyó la
moderna y nueva planta extrusora. La inversión fue de 55 millones de dólares.
Su producción es destinada a la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV) y al
sector transformador nacional.
El Estado venezolano también ha destinado 90.4
millones de dólares para garantizar el sostenimiento de la industria, así como
35 millones de dólares para la adquisición de materia prima para el proceso
productivo, y 800 millones de bolívares para el pago de nómina, en función de
cumplir con las 4.058 trabajadores de Alcasa.
Como parte de la alianza China-Venezuela, Alcasa incorporó un laminador de 170 mil toneladas al año, lo cual
permitirá incrementar la producción en láminas pero también cubrir el sector de
papel de aluminio.
El
laminador permitirá además la producción de rines para automóviles, conductores
eléctricos, y también servirá a la industria farmacéutica.
Según han venido informando
sus directivos, este año 2014, se
empezarían a ver los frutos de los nuevos proyectos que se vienen ejecutando
mediante la participación de la República Popular China.
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