El 7 de julio de 1962, con un nutrido programa de nueve días, San Antonio de Upata celebró sus doscientos años. Las fiestas comenzaron el sábado 30 de junio con la coronación de la simpática morena Morella Romero, reina de las festividades del bicentenario. En todos los actos se vio presente la esposa del presidente, señora Carmen Valverde de Betancourt.
Después de coronar a la reina, hubo desfile cívico, siembra de árboles, cine en los barrios, revistas gimnásticas escolares, exposiciones de pintura y fotografías, inauguración de la estatua heroica del Libertador y remodelación de la Plaza Bolívar, inauguración del Parque Infantil, inauguración de la Urbanización Obrera Bicentenaria, toros coleados, bendición de la fábrica de la nueva iglesia parroquial de San Antonio, inauguración del Obelisco conmemorativo de la fundación, entrega de títulos de viviendas y tierras y terneras en los barrios.
El Arzobispo de Ciudad Bolívar, Monseñor Juan José Bernal Ortiz, lanzó una pastoral leída en todas las iglesias, sobre el hecho de la fundación de Upata, que “nació un 7 de julio de 1762 por la fuerza milagrosa del Cordón Franciscano y que mantuvo a través de centurias su tradición de fe, alcurnia y nobleza, siendo hasta nuestros días la población más nombrada del interior de esta Guayana”.
Las festividades del bicentenario fueron clausuradas por el presidente de la República, Rómulo Betancourt, quien aprovechó el viaje por carretera para dejar en servicio la vía asfaltada desde Caruachi, cortando la cinta inaugural en el puente Bolívar. Allí lo esperaban el presidente municipal Virgilio Bártoli, el gobernador Rafael Sanoja Valladares, la Junta Bicentenario, presidida por Miguel Octavio Russa, los ministros Leopoldo Sucre Figarella, Arnoldo Gabaldón, el senador Raúl Leoni, el diputado Luis Augusto Dubuc y numerosos upatenses que vinieron a celebrar el Día del Retorno.
Las festividades del 7 de julio de 1962, bicentenario de la fundación de Upata, sirvieron para poner de manifiesto una vez más lo que dice Gallegos en su novela Canaima, a través de Manuel Ladera, que este es el pueblo de las mujeres bonitas: “Y como es fama que éste es el pueblo de las mujeres bonitas (…) el pueblo más alegre de todo el Yuruari”).
Siendo así y con mucha razón, el pueblo de San Antonio de Upata tenía que tener una reina y la tuvo, con resaltantes atributos y siempre sonriente y resplandeciente en todos los actos programados, en la simpática morena Morella Romero, para lo cual hubo que inventar un concurso por donde desfilaron además de Morella, la encantadora Danelly Valdés, Noemí Manrique, Eukaris Rivas, Barbarita Oxford, Noris Aulas, María Carvajal, Hilda Muñoz y Leida Morales.
A Morella Primera, el poeta J. Armando Crespo Landazábal, le dedicó este soneto: “La gracia espiritual es tu secreto/ Eres reina, mujer, porque se anida/ en tu bella figura la medida/ simétrica y exacta del soneto/ No pudo el elector signar su veto/ ni tu imagen pasar inadvertida/ cuando llevas la música encendida/ con el ritmo triunfal del alegretto/ Por eso se preguntan con agrado/ el cómo y el porqué lo habéis logrado/ captar en tu silueta florecida/ el genio y el color de los pintores/ y ser para tu alud de admiradores/ odalisca de mármol esculpida “.
Mientras un columnista del matutino El Bolivarense Américo Fernández dedicó a Danelly Valdés, una de las candidatas, este brevísimo poema reproducido en la hoja humorística El Chirilito de Upata: “Vivaz/ versátil/ alegre/ parlanchina/ un cielo de entusiasmo/ un río de verdades/ y un mar de ilusiones (AF)
Después de coronar a la reina, hubo desfile cívico, siembra de árboles, cine en los barrios, revistas gimnásticas escolares, exposiciones de pintura y fotografías, inauguración de la estatua heroica del Libertador y remodelación de la Plaza Bolívar, inauguración del Parque Infantil, inauguración de la Urbanización Obrera Bicentenaria, toros coleados, bendición de la fábrica de la nueva iglesia parroquial de San Antonio, inauguración del Obelisco conmemorativo de la fundación, entrega de títulos de viviendas y tierras y terneras en los barrios.
El Arzobispo de Ciudad Bolívar, Monseñor Juan José Bernal Ortiz, lanzó una pastoral leída en todas las iglesias, sobre el hecho de la fundación de Upata, que “nació un 7 de julio de 1762 por la fuerza milagrosa del Cordón Franciscano y que mantuvo a través de centurias su tradición de fe, alcurnia y nobleza, siendo hasta nuestros días la población más nombrada del interior de esta Guayana”.
Las festividades del bicentenario fueron clausuradas por el presidente de la República, Rómulo Betancourt, quien aprovechó el viaje por carretera para dejar en servicio la vía asfaltada desde Caruachi, cortando la cinta inaugural en el puente Bolívar. Allí lo esperaban el presidente municipal Virgilio Bártoli, el gobernador Rafael Sanoja Valladares, la Junta Bicentenario, presidida por Miguel Octavio Russa, los ministros Leopoldo Sucre Figarella, Arnoldo Gabaldón, el senador Raúl Leoni, el diputado Luis Augusto Dubuc y numerosos upatenses que vinieron a celebrar el Día del Retorno.
Las festividades del 7 de julio de 1962, bicentenario de la fundación de Upata, sirvieron para poner de manifiesto una vez más lo que dice Gallegos en su novela Canaima, a través de Manuel Ladera, que este es el pueblo de las mujeres bonitas: “Y como es fama que éste es el pueblo de las mujeres bonitas (…) el pueblo más alegre de todo el Yuruari”).
Siendo así y con mucha razón, el pueblo de San Antonio de Upata tenía que tener una reina y la tuvo, con resaltantes atributos y siempre sonriente y resplandeciente en todos los actos programados, en la simpática morena Morella Romero, para lo cual hubo que inventar un concurso por donde desfilaron además de Morella, la encantadora Danelly Valdés, Noemí Manrique, Eukaris Rivas, Barbarita Oxford, Noris Aulas, María Carvajal, Hilda Muñoz y Leida Morales.
A Morella Primera, el poeta J. Armando Crespo Landazábal, le dedicó este soneto: “La gracia espiritual es tu secreto/ Eres reina, mujer, porque se anida/ en tu bella figura la medida/ simétrica y exacta del soneto/ No pudo el elector signar su veto/ ni tu imagen pasar inadvertida/ cuando llevas la música encendida/ con el ritmo triunfal del alegretto/ Por eso se preguntan con agrado/ el cómo y el porqué lo habéis logrado/ captar en tu silueta florecida/ el genio y el color de los pintores/ y ser para tu alud de admiradores/ odalisca de mármol esculpida “.
Mientras un columnista del matutino El Bolivarense Américo Fernández dedicó a Danelly Valdés, una de las candidatas, este brevísimo poema reproducido en la hoja humorística El Chirilito de Upata: “Vivaz/ versátil/ alegre/ parlanchina/ un cielo de entusiasmo/ un río de verdades/ y un mar de ilusiones (AF)
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