Gerardo Godoy, médico jubilado, dedicado por décadas a la enseñanza de la medicina en forma exclusiva e investigación en el campo de la parasitología, microbiología y medicina tropical en la UDO, dio luz un libro sobre la academia y la educación médica resaltando de entrada problemas puntuales de la dinámica profesional que desarticulan la armonía racional en la discusión científica de toda universidad.
Seguramente lo que pasa en algunas universidades sea el reflejo de lo que ocurre en la Venezuela actual. ¿Se podrá evitar? El problema es que las opiniones divergentes en el campo gremial universitario y académico, algunos y a veces agrupados, tratan de resolverlo, no de manera inteligente a través de la doctrina platónica, sino mediante la dialéctica de las armas. De ahí que éste sea uno de los factores que dan pábulo al deterioro interno y mala imagen externa de la Universidad de Oriente.
Ha habido casos en los que quienes han protagonizado tales situaciones son profesores con posiciones alcanzadas, no por méritos, sino por intermedio del amiguismo, la adulación y hasta la política. Estos malos universitarios de hecho que no viven para la universidad sino que viven de la universidad y se hacen más peligrosos aun cuando estas instituciones son intervenidas. Entonces políticamente se convierten en colaboracionistas y delatores como se ha visto en universidades de naciones latinoamericanas.
Sentencia en su libro el doctor Godoy que no puede responsabilizarse a todos de lo malo de nuestras universidades. Los responsables son unos pocos fácilmente identificables y que todos los esfuerzos que se hagan para lograr su marginación, redundará en provecho de la credibilidad, desarrollo y razón de la universidad
En términos generales, el libro es la historia del esfuerzo, de todo lo que se ha hecho, se hace y se ha dejado de hacer en la búsqueda de una universidad, realmente académica, eficiente y productiva en la formación de profesionales de las carreras de su esfera.
El libro prosigue con observaciones y propuestas que se hicieron sobre contenidos y objetivos de asignaturas de medicina y de programas, tendentes a mejorar la enseñanza en el tema de la Zoología II, objetivos de bioquímica médica y sobre objetivos generales de Bioanálisis.
Destaca el tema curricular, al cual suelen atribuírsele tomas, huelgas, tensiones, bajo rendimiento y otras perturbaciones. La concepción original del currículo y su adaptación progresiva a la experiencia académica, en el caso de la Escuela de Medicina que es el campo del doctor Godoy, se ha visto complicado dada la diversidad de criterios y opiniones que deben ser interpretados y tabulados por la Comisión respectiva.
Según captamos del libro del doctor Godoy, el conjunto de objetivos, contenidos, criterios metodológicos y técnicas de evaluación que orientan la actividad académica de la Escuela de Medicina y posiblemente de otras escuelas del ámbito universitario udista, requiere de estudio científico profundo con miras a ser modificado y actualizado de acuerdo con las realidades que se han venido viviendo durante los últimos años. Siendo así, la planificación de las actividades académicas sería más afortunada en la formación de los educandos.
Concluye diciendo el doctor Godoy en este aspecto que las nuevas y viejas instituciones de prestigio en educación superior, periódicamente definen el marco referencial para producir innovaciones a sus currículos concatenando lo más ordenadamente posible actualizaciones, logrando así mantenerse a la vanguardia tecnológica y científica. No olvidan sin embargo que buena parte de esto depende de la conducta consecuente del personal responsable de darle cumplimiento a los viejos objetivos que se mantienen vigentes y a los nuevos que resulten de sus actualizaciones periódicas.(AF)
Seguramente lo que pasa en algunas universidades sea el reflejo de lo que ocurre en la Venezuela actual. ¿Se podrá evitar? El problema es que las opiniones divergentes en el campo gremial universitario y académico, algunos y a veces agrupados, tratan de resolverlo, no de manera inteligente a través de la doctrina platónica, sino mediante la dialéctica de las armas. De ahí que éste sea uno de los factores que dan pábulo al deterioro interno y mala imagen externa de la Universidad de Oriente.
Ha habido casos en los que quienes han protagonizado tales situaciones son profesores con posiciones alcanzadas, no por méritos, sino por intermedio del amiguismo, la adulación y hasta la política. Estos malos universitarios de hecho que no viven para la universidad sino que viven de la universidad y se hacen más peligrosos aun cuando estas instituciones son intervenidas. Entonces políticamente se convierten en colaboracionistas y delatores como se ha visto en universidades de naciones latinoamericanas.
Sentencia en su libro el doctor Godoy que no puede responsabilizarse a todos de lo malo de nuestras universidades. Los responsables son unos pocos fácilmente identificables y que todos los esfuerzos que se hagan para lograr su marginación, redundará en provecho de la credibilidad, desarrollo y razón de la universidad
En términos generales, el libro es la historia del esfuerzo, de todo lo que se ha hecho, se hace y se ha dejado de hacer en la búsqueda de una universidad, realmente académica, eficiente y productiva en la formación de profesionales de las carreras de su esfera.
El libro prosigue con observaciones y propuestas que se hicieron sobre contenidos y objetivos de asignaturas de medicina y de programas, tendentes a mejorar la enseñanza en el tema de la Zoología II, objetivos de bioquímica médica y sobre objetivos generales de Bioanálisis.
Destaca el tema curricular, al cual suelen atribuírsele tomas, huelgas, tensiones, bajo rendimiento y otras perturbaciones. La concepción original del currículo y su adaptación progresiva a la experiencia académica, en el caso de la Escuela de Medicina que es el campo del doctor Godoy, se ha visto complicado dada la diversidad de criterios y opiniones que deben ser interpretados y tabulados por la Comisión respectiva.
Según captamos del libro del doctor Godoy, el conjunto de objetivos, contenidos, criterios metodológicos y técnicas de evaluación que orientan la actividad académica de la Escuela de Medicina y posiblemente de otras escuelas del ámbito universitario udista, requiere de estudio científico profundo con miras a ser modificado y actualizado de acuerdo con las realidades que se han venido viviendo durante los últimos años. Siendo así, la planificación de las actividades académicas sería más afortunada en la formación de los educandos.
Concluye diciendo el doctor Godoy en este aspecto que las nuevas y viejas instituciones de prestigio en educación superior, periódicamente definen el marco referencial para producir innovaciones a sus currículos concatenando lo más ordenadamente posible actualizaciones, logrando así mantenerse a la vanguardia tecnológica y científica. No olvidan sin embargo que buena parte de esto depende de la conducta consecuente del personal responsable de darle cumplimiento a los viejos objetivos que se mantienen vigentes y a los nuevos que resulten de sus actualizaciones periódicas.(AF)
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