Los óleos fueron encargados al entonces director de la Escuela de Bellas Artes de Caracas, Antonio Herrera Toro y develados el 5 de julio de 1911, primer centenario de la Declaración de la Independencia, siendo presidente del estado el general coreano Arístides Tellería.
Gobernantes sucesivos continuaron desde entonces enriqueciendo la galería de la Casa del Congreso con óleos de los próceres civiles y militares que desde Angostura contribuyeron al proceso emancipador de Venezuela: Francisco Antonio Zea, Juan Manuel Cajigal, Diego Bautista Urbaneja, Juan Germán Roscio, Francisco Conde y Rafael Urdaneta, todos pintados por Pedro Lovera; Santiago Mariño, Diego Antonio Alcalá, Diego Vallenilla, Wenceslao Monserratte, Juan Bautista Dalla Costa, Ramón Isidro Montes, realizados por Miguel Isaías Aristigueta; Simón Bolívar, Francisco Vicente Parejo, Juan Bautista Dalla Costa, José Gabriel Ochoa, Pedro León Torre, Antonio José de Sucre, hechos por Antonio Herrera Toro; Alejandro Próspero Reverend, ejecutado por José Eugenio Montoya; Manuel Centurión, Tomás de Heres, retratados por Raúl Moleiro, y el Escudo de Venezuela cometido por el francés Eugenio Forjonel.
Para el año 1974, los cuadros estaban en un estado de deterioro lamentable y por iniciativa de la Sociedad Amigos de Guayana, que presidía el crítico de Arte, Rafael Pineda, el gobernador Domingo Álvarez Rodríguez, ordenó la restauración inmediata de las obras.
Este trabajo fue confiado a la restauradora María Teresa Gerbec, quien durante más de un año, y con las técnicas del caso, recuperó buena parte de la autenticidad de las piezas.
La Sociedad Amigos de Guayana insistió igualmente en la necesidad de restaurar los marcos, algunos carcomidos por las polillas y que habían perdido buena parte de la hojilla de oro, además de haber sufrido el desprendimiento de las molduras. También se renovaron los bastidores que fueron pastos de los insectos. De la primera tarea fue comisionado el maestro Antonio Pastor Sanchis, por el gobernador Roberto Arreaza Contasti, quien había sustituido al doctor Domingo Álvarez Rodríguez.
Fue también bajo la administración de Álvarez Rodríguez que se restauró la Casa del Congreso de Angostura (en la foto) bajo la supervisión del arquitecto Graziano Gasparini, en representación del Consejo Nacional de la Cultura, con asistencia del maestro de obras Joan Farreira, quien también intervino en la restauración de la Casa del Correo del Orinoco, augusto edificio donde resonó con proyección internacional, la voz del Jefe Supremo, Bolívar El Libertado y la de los forjadores de la nacionalidad. Aquí se dictaron la Constitución y demás leyes de la república naciente; bajo la presencia de Francisco Antonio Zea y de Juan Germán Roscio nació la unión de Venezuela, Cundinamarca y Quito y vino a terminar sus días El Correo del Orinoco, hebdomadario de la lucha tenaz y sostenida por la libertad de América. Actualmente la casona se mantiene como Museo de Sitio con una Biblioteca Bolivariana fundada por Ana Luisa Contasti, Galería de los Próceres, el salón donde sesionó el Congreso de Angostura de 1819, una sala de recitales provista de un piano de cola y el sótano dedicado al Archivo Histórico de Guayana. (AF)
Es un placer contactarle!! Mucho gusto, soy docente de la Universidad Nacional Experimental de Guayana, y al igual que usted, siento fervor por preservar y difundir nuestro legado folclórico. En este momento, estoy investigando acerca de los mitos y leyendas de tradición oral de Guasipati, El Callao y Tumeremo. He tenido el placer de leer uno de sus libros, pero quisiera leer más. Vivo en Guasipati, sería un placer para mí, si me concediera una entrevista. Es en verdad usted admirable!!
ResponderEliminarEn todo caso le dejo mi correo, kelyta29@hotmail.com.
Saludos!!