A las cinco y 45 minutos de la mañana, según lo previsto en la referida ley, se inició el procedimiento de instalación de las mesas de votación en los lugares previamente señalados y a las seis de la mañana se inició la votación. Podían votar, en cualquier mesa, los venezolanos mayores de 18 años y los extranjeros con más de dos años residenciados en el país. El único requisito era el de mostrar cualquier documento de identificación, cédula, título profesional, etc. Al electoral se le entregaban dos votos: uno azul para expresar el voto afirmativo y el rojo el negativo. Inscritos en el Registro Electoral 3. 278.900.
Las elecciones transcurrieron normalmente y el día 20 en la mañana el Consejo Electoral proclamó reelecto Presidente de la República de Venezuela para el período constitucional 1958-63 al General de División Marcos Pérez Jiménez, conforme a la disposición de la Ley de Elecciones y de acuerdo con los siguientes resultados: 2.738.972 votos. Votos nulos: 186.013. Gran Total: 2.924.985 votos. Votos azules afirmativos, 2.374.790. Votos rojos negativos: 364.182.
El nuevo Congreso Nacional, una vez proclamado e instalado, conforme a los artículos 5 y 6 de la Ley de Elecciones, nombró a los miembros de los Concejos Municipales y de las Asambleas Legislativas. En lo tocante al Concejo Municipal del Distrito Heres designó a Humberto Boccardo, doctor José Antonio Velásquez, Luis Ginestra, José Muratti, doctor José Luis Cestari, Malvina Rosales y Adán Blanco Ledezma.
Asimismo, el Congreso Nacional designó miembros de la Asamblea Legislativa del estado Bolívar a Adán Blanco Ledezma y Humberto Boccardo por el Distrito Heres; J. M. Arapé Garmendia y Arturo Casado, por el Distrito Piar; Emigdio Salas Navarro y Héctor Cipriano Ruiz, por Roscio; Francisco Cardier y Francisco A. Battistini, por Cedeño y Julio César Alfaro y José Bianchi Natera, por Sucre.
Por supuesto, que los partidos vigentes o en la clandestinidad protestaron contra el Plebiscito. Los resultados lo calificaron de amañados y proclamaron la lucha por cualquier medio para derrocar la Dictadura, amenaza que se materializó quince días después cuando se registró una sublevación de las Fuerza Aéreas.
En las primeras horas de la mañana del primero de enero, aviones de la Fuerza Aérea volaron sobre la ciudad de Caracas, mientras las baterías antiaéreas emplazadas en diversos sitios hacían funcionar sus cañones. Poco después la Radiodifusora Nacional de Venezuela en cadena con las emisoras comerciales del país, anunciaban que se trataba de un movimiento militar que se había producido en Maracay. El boletín expedido por el Ministerio de Relaciones Interiores añadía que en las demás guarniciones del territorio nacional reinaba la normalidad y pedía a la ciudadanía se mantuviese tranquila. Las unidades aéreas volaron sobre Caracas, siendo sometidas al intenso cañoneo por las fuerzas de artillerías.
Posteriormente se informó que trece oficiales que encabezaron el alzamiento se refugiaron en Colombia que les brindó asilo. Este fue el punto de ignición de lo que sería el 23 de ese mismo mes de enero, la revolución cívico miliar que derrocó al dictador Marcos Pérez Jiménez, a quien se percibía como bien protegido y blindado por sus compañeros de armas. (AF)
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