lunes, 25 de noviembre de 2019

GLORIA LEZAMA DE CASADO PRIMERA GUAYANESA GRADUADA DE ABOGADO

Gloria Lezama de Casado dedicó su larga e intensa vida profesional al foro guayanés, pero más a las madres que a ella acudieron durante cuatro decenios en su calidad de Juez de Menor, a buscar protección para sus hijos afectados por la paternidad irresponsable. Fue siempre irreprochable su magistratura en ese sentido, especialmente por la ventaja de haber hecho su tesis de abogado sobre el abandono de la familia.
Fue la primera guayanesa graduada de abogado sumándose a sus paisanas Mary Calcaño, la primera en obtener un título de piloto de avión (1940); a Sofía Silva, la primera en obtener el título de Miss Venezuela (1959) y a Lucila Palacios, la primera en asumir un cargo diplomático de Embajador. Pero lo importante, en todo caso, no es haber sido la primera abogado- guayanesa sino haber sido consecuente con la deontología profesional tan vulnerada en estos tiempos.
Fue ella también una de las primera promotoras de la introducción del Soft-Ball en el Estado. Era integrante de la "Unión Sof Ball Club". La inauguración en homenaje al Día del Policía tuvo lugar el 10 de diciembre de 1942. Gloria lanzó para uno de los equipos en contra de Carmen Emilia Liccioni, pitcher del equipo contrario.
Para entonces culminaba sus estudios de.

bachillerato en el Liceo Peñalver que todavía funcionaba en la Casa del Congreso de Angostura. Al año siguiente ingresaría a la' Universidad Central donde se graduó de doctora en Ciencias Políticas y Sociales en 1949. Al año siguiente fue objeto de un homenaje en el Liceo Peñaiver siendo director el Bachiller Ramón Antonio Pérez, tocando al liceísta Leopoldo Villalobos, pronunciar el discurso alusivo.

No pasó a ser Juez Emérito cuando su edad y hoja de servicio se lo ofrecían, sino que prefirió permanecer hasta cuando ya su salud no se lo permitía. Eran setenta años, cuesta que virtualmente no resultaba fácil superar porque siempre estábamos frente a una mujer alta y grácil en la esbeltez y el don de su afabilidad. Mantenía la pátina de su rancio apellido español, fundador de la Villa del Yocoima.
Los Lezama junto con los Alcalá datan desde los tiempos de Santo Tomás de la Guayana, pero se quedaron enraizados en Upata, desde donde se propagó el apellido hacia todos los horizontes. Gloria Lezama precisamente nació en Upata y se casó' con Rafael Casado, ganadero guasipatense. Ella era hija de Rafael Lezama, baquiano de Rómulo Gallegos por los caminos de Canaima.

Cuando el novelista estuvo en Guayana, fue Rafael Lezama, quien lo condujo por los lugares que Gallegos necesitaba impresionar en su sensibilidad de novelista para escribir una de sus mejores novelas: Canaima. Entonces Gloria tenía siete años y escuchaba hablar de esa deidad del mal que le disputaba a Cajuña, el bueno, los dominios de la selva. Desde muy temprano abandonó los contornos de la selva. Hizo lo contrario de Marcos Vargas. Se hundió en otra selva: la urbana y luchó también por una causa telúrica:  la de la familia. (AF)

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