El triángulo de vida de Damelis Castillo podríamos
decir que lo constituyen Caracas, Brasil y Guayana donde parece haberse quedado
para siempre.
Ella es
caraqueña de La Pastora y allá aprendió los rudimentos de la música que luego
perfeccionó gracias a unas Beca de la Fundación Ayacucho que le permitió
estudiar música en la Universidad de Brasilia,
una ciudad moderna donde residen los Poderes.
Como ella misma cuenta: “Un pasaporte con derecho a vivir 4 años de enriquecedoras experiencias en otro país cuando se tiene 19 años puede
llegar a ser un viaje inolvidable.
Muchos salieron, pocos retornaron con sus objetivos alcanzados”.
En esa olimpiada estudiantil,
la pastorenña cantora también aprendió amar hasta tener dos hijos y ser primera venezolana graduada en música en esa Universidad y es más: Cum
Laude.
En resumen: la Universidad de
Brasília le abrió sus entrañas, laboratorios sofisticados, jardines
- esculturas, conciertos diarios, profesores exigentes con la
llave secreta del saber transigir, encuentros fraternos en la hora del almuerzo, pasión por deportes y mucho sol, además de formarse como Licenciada en Educación Musical y realizar
estudios de composición de los cuales se benefició la juventud musical de
Ciudad Bolívar.
Y vino a Guayana,
específicamente a Ciudad Bolívar a devolverle al país lo que le había dado. Así que aquí se estrenó iniciando una labor
gracias al apoyo que la Gobernación del Estado Bolívar, le dio,
creyendo en las credenciales que la Fundación Gran Mariscal de
Ayacucho la ayudó a obtener. Fue designada directora de la Escuela de Música
Carlos Afanador Real, donde se desempeñó
con dinámica creación y acierto desde 1991.
Lástima que la Escuela no haya podido sobrevivir a las tormentas
políticas de la desintegración. (AF)
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