viernes, 22 de noviembre de 2019

ANA LUISA CONTASTI

ANA LUISA CONTASTI CELOSA GUARDIANA QUE FUE DE LA CASA DEL CONGRESO DE ANGOSTURA
Si Ana Luisa Contasti viviera, cumpliría en víspera d Navidad 103 años, pero murió siendo octogenaria y guardiana de la Casa donde se reunió el Congreso de Angostura en 1819.
Ella cuidó, promovió, enalteció  y dirigió este inmueble   del tiempo en que sus ascendientes Ramón y Orocio se alistaron en el Ejército patriota para luchar contra el colonialismo del reino hispano.
Este histórico inmueble donde se echaron las bases jurídicas de Venezuela y la Gran Colombia, fue restaurado durante la gestión del Gobernador Domingo Álvarez Rodríguez y tocó inaugurarlo  su sustituto Ing. Jesús Álvarez Fernández, quien nombró directora a la licenciada  Lourdes Maestracci Bello para que lo iniciara y le diera su lugar como museo de sitio..
La octogenaria Ana Luisa Constanti, no obstante su avanzada edad,  con­virtió la casa en un centro importante de la actividad cultural de la ciudad. Foros, conferencias, discursos de orden, con­ciertos, exposiciones de artes plásti­cas eran casi semanales. Muchos de los actos del Bicentenario del Libertador se dieron aquí y Ana Luisa, haciendo recortes de la partida que le asignara la Dirección de Cultura para gastos de mantenimien­to del inmueble, logró reunir 60 mil bolívares y hacer lo que es la Bi­blioteca Bolivariana inaugurada por el gobernador Alcides Sánchez Negrón y elogiada por Alfon­so Armas Ayala en la oportunidad de dictar una conferencia en la misma casa sobre la  litera­tura española.
Dijo en la ocasión el escritor espa­ñol: "Ahora acabo de ver la riquísima Biblioteca Bolivariana que prueba el celo, la dedicación, el amor de alguien que todos conocen y que está en esta casa y que forma parte de la historia de la ciudad y de este milagro que significa que textos, libros, páginas de Bolívar estén allí expuestos para el estudio de todos".
Si usted quería saber de la casa en sí o de los hechos históricos que en ella ocurrieron, Ana Luisa lo facili­taba con una visita guiada. Ella le ex­plicaba que la casa tiene más de dos centu­rias, puesto que data de la época de los fundadores de la ciudad. Expli­caba que se construyó para un colegio en la época en que Angostura no lle­gaba a los dos mil habitantes; que en ella, además de sesionar el Congreso de la República, se dictó la Ley Fun­damental de la Gran Colombia: Que el "Correo del Orinoco" culminó en el vetusto inmueble su gloriosa misión. Que fue residencia y cátedra de mon­señor Talavera y Garcés, asiento del Co­legio Federal de Varones, de la pri­mera Universidad que tuvo Guayana, del Liceo Peñalver, de los tribunales, del Colegio de Abogados, de la Asam­blea Legislativa y que, en fin, allí nació Héctor Guillermo Villalobos y vi­vieron el novelista colombiano José María Vargas Vila y el poeta Andrés Mata.
Ana Luisa guiaba a los visitantes y cuidaba  casi con celo maniático de que el visitante se condujera en la casa como en un tem­plo. De que no entrase con los pies su­cios ni vaya a recostarse ni pegar las manos de las paredes. Al ex gober­nador Alberto Palazzi se le ocurrió en cierta ocasión encender un cigarrillo e inmediatamente corrió Ana Luisa y se lo arrebató. A un visitante que apoyó el pie sobre la base de un pilar para zafarse la trenza del zapato, casi le re­vienta el pie de un toletazo y el día en que se utilizó el inmueble para filmar escenas de la película "Bolí­var, el hombre de las dificultades", Ana Luisa se desmayó en los brazos del general Betancourt Infante al ver la irrupción de unas cien personas, ar­tistas, técnicos, obreros, soldados, ex­tras, cargadas de equipos, herramien­tas, vestuarios y toda suerte de mate­rial requerido para la escenografía de la película.

Caer desmayada como un lirio en los brazos de un general era algo de fotografía, pero nadie en el momento tenía dispuesta su cámara, especial­mente porque Ana Luisa era alérgica a las entrevistas periodísticas y mucho más a las fotografías. (AF) 


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