LA PRIMA MUJER PRESIDENTA DE LA LEGISLATURA
La doctora en medicina Estela Cabrera de Hernández, hija del ex Senador y ex Gobernador Horacio Cabrera Sifontes, guayanés de Tumeremo, pero ella, marabina cono la Guajira, ligó la suerte de ser la primera mujer que asume la Presidencia del Poder Legislativo del Estado. Creo que también la segunda mujer llegada al recinto parlamentario regional por votación popular. La primera fue Luisa Salazar de Rebolledo con los votos de Acción Democrática, pero durante sus cincos años de Diputada no se le presentó la honrosa ocasión de la presidencia que luego con ligada fortuna se le presentó a la ginecóloga.
La doctora en medicina Estela Cabrera de Hernández, hija del ex Senador y ex Gobernador Horacio Cabrera Sifontes, guayanés de Tumeremo, pero ella, marabina cono la Guajira, ligó la suerte de ser la primera mujer que asume la Presidencia del Poder Legislativo del Estado. Creo que también la segunda mujer llegada al recinto parlamentario regional por votación popular. La primera fue Luisa Salazar de Rebolledo con los votos de Acción Democrática, pero durante sus cincos años de Diputada no se le presentó la honrosa ocasión de la presidencia que luego con ligada fortuna se le presentó a la ginecóloga.
La
Presidencia de la doctora Estela Cabrera tiene una larga historia que contar y
podemos afirmar que le costó su militancia
urredista. La
Dirección Regional de URD se opuso y excluyó de sus filas a
la galena diputada cuando ésta suscribió contra viento y marea un pacto para
alternar durante cuatro años la Presidencia de la Legislatura entre
diputados del MEP (Róger González), COPEI ) Francisco Álvarez Medina), FDP (Humberto Fernández) y ella.
Acción
Democrática, no obstante con mayoría relativa (5 diputados) quedó excluida del
pacto, pero nunca sus dirigentes dejaron de trabajar abiertamente o en la
sombra para romper lo que a la larga se hizo irrompible. El convenio parlamentario llegó a su fin en
noviembre de 1972 cuando los diputados signatarios del pacto quedaran
enteramente libres y sin compromiso.
Todavía se
votaba con tarjeta de colores y se debatía en el Congreso el tema de las
máquinas electorales que favorecía el partido Copei a través de las voces de
José Luis Zapata, José Rodríguez Iturbe, Luis Vallenilla, Nero Neri Mago y
Oswaldo Álvarez Paz.
Las máquinas
electrónicas harían más fluida, transparente y menos problemático el comportamiento de los
daltonianos a la hora de votar por aquello de la incapacidad en la vista para distinguir los colores, especialmente
el rojo y el verde, se comentaba en medio de la diatriba política.
Un copeyano
con ese impedimento en la vista seguro que a la hora de votar votaría por el
partido comunista y un comunista daltoniano
lo haría por Copei. Tremenda confusión
que seguramente en su tiempo atormentó a Juan Dalton, físico, químico y
naturista ingles, célebre por su ley sobre las proporciones múltiples,
fundamentos de la teoría atómica. Precisamente fue Dalton el primero en hacer
un estudio serio sobre esta perversión
de los colores que él padecía. Desde entonces fue obligante denominar
“Daltonismo” a esta enfermedad de la vista y “Daltoniano” al que la padece como
es el caso de algunos conductores de nuestra ciudad capital.
Sí, lamentablemente
hay en este lugar del Orinoco conductores daltonianos reales o fingidos.
Lo hemos podido comprobar al estar en la cola o cerca de algún semáforo. Vemos
pasmado cómo pasan como unos bólidos y hasta le tocan corneta a los autos que
están delante frenados cuando la luz roja
del Semáforo esta en su punto más vivo. Lo que quiere decir que algo
anda mal en el Colegio de los Médicos donde expiden los certificados de vista y
reflejos o seguramente este tipo de conductor es suicida o tan apurado anda que
muy poco le importa que lo confundan con un daltoniano.
Muchos
guayaneses se preguntaban si los Dalton establecidos en Ciudad Bolívar el siglo
pasado con una fuerte Casa Mercantil, estaba emparentado con el físico y
químico ingles que confundía los colores o más bien con Leonard V. Dalton, geólogo y geógrafo
inglés que estuvo en Venezuela en 1910
realizando investigaciones que luego vertió en un libro. Desde entonces
era el “Callejón Dalton” en lo que es
hoy la Calle
Piar de esta Ciudad Bolívar que tuvo a una marabina como primera mujer
Presidenta de la Asamblea Legislativa.
Ella nos honró con su amistad!
ResponderEliminarQue brille para ella la Luz Perpetua!