Antes la
prensa regional había dado cuenta de la denuncia hecha por mineros según la
cual el TO5 los estaba desalojando de las minas
sin haberlos reubicados previamente en las minas Guariche y Chicanán,
conforme a lo prometido por el Gobierno nacional dentro del marco de la llamada
"reconversión minera".
El fuerte
rumor que se registraba tanto en Ciudad
Bolívar como en Ciudad Guayana decía que en una mina ubicada más arriba de Los
Picachos de Ori, en el Alto Paragua, varios mineros habrían muerto en un ataque
efectuado por efectivos del Teatro de Operaciones Nº 5, desde un helicóptero.
En
declaraciones a la
Agencia Bolivariana de Noticias, el general Francisco Enrich,
comandante del TO5, había desmentido los rumores que cada vez tomaban mayor
cuerpo, aduciendo que la única aeronave de la FAN que sobrevoló la zona del Alto Paragua no estaba
equipada con armamento de gran poder, y sólo hacía vuelos de reconocimiento en
atención a unas denuncias de las comunidades indígenas del sector, sobre daños
ambientales. Pero un ciudadano, de nombre Marcos Lizardi, informó a la prensa
vía telefónica, que su hermano Manuel Felipe Lizardi, minero del Alto Paragua,
fue herido en el cuello y en el hombro por efectivos del Ejército que llegaron
a la mina en la que trabajaba con otro grupo de hombres, quienes fueron
obligados a lanzarse al suelo, donde les dispararon, resultando muertos varios
de ellos. Heridos sobrevivientes de la sorpresiva acción militar, entre ellos,
Manuel Lizardi y William Saúd (en la foto), fueron trasladas: al Hospital
Universitario Ruiz y Páez de Ciudad Bolívar.
Cuatro
días después se confirmó la especie y se aseguro que eran diez las personas que perdieron
la vida durante el fin de semana por “enfrentarse” al Ejército venezolano en
las zonas mineras. Seis de ellos acribillados en la mina El Papelón de Turumbán
y los otros cuatro ahogados al intentar escapar de otra comisión militar en
Maripa.
14
los militares implicados
Luego de una audiencia de
presentación que duró más de dieciséis horas, el juez segundo de control de
Ciudad Bolívar, Ramón Vallé, dictó medida privativa de libertad a los 14
efectivos militares implicados en la masacre de La Paragua. Se mantuvo la
calificación de homicidio calificado con alevosía contra los seis mineros
fallecidos y en grado de frustración contra el herido José Manuel Lizardi,
quien aún no ha presentado su testimonio. Permanecerán detenidos en la sede del
Teatro de Operaciones Número 5, en Ciudad Bolívar. Se espera que en 30 días se
hagan los actos conclusivos por parte del Ministerio Público y se acusarán
formalmente a los siguientes imputados: Mayor (Ej.) Leonidas Andrades
Fernández; el subteniente (Ej.) José Rodríguez Sánchez; el subteniente de
segunda (Ej.) César Rodríguez Betancourt; los sargentos de primera Ronald
Marcano Castillo, José Luis Azócar, Emilio García Ledezma y Rafael Hernández; así
como los sargentos de segunda Gustavo Quintero y José Ramón Perdomo. El resto
del grupo está conformado por los cabos segundo José Alexander Rojas, Gabriel
Ramos, José Muñoz González, Erad Bolívar Camaray y Freddy Narváez Urdaneta. El
ministro de Interior Jesse Chacón manifestó su contento porque hayan sido
imputados y persistió en la tesis de un enfrentamiento, porque encontraron dos
escopetas en manos de los mineros, que fueron repelidos con Fal por parte de
los militares. (AF)
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