Pero le mal contaron los votos decisivos y la Junta Electoral Regional proclamó, en vez de su persona, a un candidato de la Causa R, lo que llevó a Manuel Alfredo Rodríguez, candidato en la plancha de Convergencia, introducir el 12 de enero ante el Juzgado Primero en lo Penal una demanda exigiendo un reconteo de votos en determinadas urnas del proceso electoral pasado.
El Tribunal al conocer de la demanda, ordenó recontar los votos de las urnas respectivas, lo cual terminó por darle validez y razón a MAR y el 28 de febrero fue proclamado oficialmente diputado al Congreso Nacional. Papel importante en esta tarea de reclamo jugó la ex prefecto de la ciudad, Yolanda Birriel de Gil.
MAR, luego de ser proclamado por el presidente de la Junta Electoral, doctor Humberto González, responsabilizó a representantes de partidos en ciertas mesas que se habrían confabulado el 5 de diciembre para perjudicarlo. En la ocasión abogó por una modificación en sentido positivo de la legislación electoral del país, toda vez que el sistema entonces vigente, ofrecía muchos flancos vulnerables a la comisión de delitos electorales.
De todas maneras, fue muy escaso el tiempo de MAR en el Parlamento, tan hecho a la medida de su voz y estatura, pues el período quinquenal apenas iniciado fue cortado por la convocatoria presidencial de una Asamblea Constituyente.
Indudablemente que hasta el momento de morir (12 de octubre de 2002), Manuel Alfredo Rodríguez tuvo una presencia política muy activa en la tribuna, en el Parlamento y en los medios impresos y audiovisuales. Y es que a MAR desde niño, lo absorbió la política. Fue la actividad fundamental de su adolescencia y de su primera juventud. Estuvo entregado al activismo político en tiempos difíciles como los de la dictadura perezjimenista y si alguna vez estuvo fuera de la política por problemas internos de la tolda donde militaba, no dejó por ello de continuar fiel a las ideas y principios que hasta la hora de morir proclamó y defendió con la misma pasión y con la misma vehemencia de siempre.
Manuel Alfredo Rodríguez por defender o sostener sus ideas políticas estuvo en la cárcel, en el exilio, en la clandestinidad, sus familiares fueron maltratados, el acoso policial contra su persona jamás cesó y en su tiempo de estudiante fue expulsado de la universidad por agitador. No se atrevía a venir a Guayana porque el riesgo era muy grade. La separación de su tierra natal, del paisaje, del río, de sus familiares y amigos fueron siempre para él tiempos de amarga recordación.
Fue miembro principal del Consejo Supremo Electoral y presidente de la Comisión de Legislación de ese organismo. Director del Centro de Estudios Latinoamericano Rómulo Gallegos (Celarg); profesor en el Posgrado de Historia de la Universidad Santa María. En las elecciones de 1989 fue candidato a gobernador del estado Bolívar y en las elecciones del 8 de noviembre de 1998, electo senador al Congreso Nacional por su mismo estado.
Durante su vida recibió múltiples distinciones e Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia. Se recibió el 23 de julio de 1992 y su discurso de incorporación versó sobre Los Pardos libres de la Colonia y la Independencia. Sucedió en el sillón “R” al doctor Manuel Pérez Vila, de fructífera como dilatada obra en la historiografía venezolana.
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