El 14 de julio de 1950, salió a la luz pública el primer libro “Los limos de la tierra”, del poeta bolivarense nacido en Caracas, José Eugenio Sánchez Negrón (en la foto). Editado cuando cumplía 23 años de edad y el cual consta de 37 poemas divididos en tres partes. La primera tiene el mismo título de la obra. La segunda se denomina “Los impulsos estatuarios”, y la tercera “¿Hasta dónde?”.
El poeta Rafael Pineda sobre esta primera obra de Sánchez Negrón se refiere a los poemas iniciales de la segunda parte, a los marcados con números romanos, señalando que son“breves escarceos retóricos que no encajan dentro de la tónica del conjunto general” haciendo notar que “salta a la vista un descuido del autor al no conservar esos ejercicios en la gaveta anónima”. Añade que tampoco son muy convincentes los sonetos, como si la impetuosidad de su lírica se resintiera a tal encasillamiento formal, por más hermosas y abundantes que sean las imágenes y los conceptos vertidos en sus límites.
Pineda, sin embargo, recomienda sin reticencia este primer libro de la juventud de Sánchez Negrón, seguro de que en el porvenir su oficio de poeta mantendrá siempre el tono de altura como el que ha revelado, para regocijo de la nueva poesía venezolana “Los limos de la tierra”.
De “Los Limos de la tierra” es este poema “Seguid todos, yo me quedo”: Dejadme eternamente con este olor a tierra / y a túnel excavado por las hormigas, en la sombra. / Seguid todos. / Perded vuestros pasos en la lejanía. Revolved la capa de polvo del camino. / Hacia la tarde ya estaré solo. / Solo en medio de la llanura y velando el cadáver de los límites. / La ciudad distante alzará sus ojos a la altura de las nubes, como quien busca algo perdido entre bosques y hondonadas. / Desde aquí espero ver sus cabellos de hiel, amargando el viento. / Y sólo las campanadas de la catedral despidiendo al día / y sus aves, que hacia la noche atraviesan el cielo en esa hora, / espero recibir en estas manos / que a la tierra pertenecen, como el barro”.
Velis Bosch, quien incluye este poema en la antología “Gente del Orinoco”, agrega que “La importancia de su obra poética responde a contactos e influencias de su región y de la capital. Se destacó desde sus inicios como una voz lírica de constante ejercicio creador aún entre los más destacados de su generación literaria: Alarico Gómez, Elías lnaty, Franco Puppio, Otto Granados y otros. Por otro lado, mantiene vigente dentro de la órbita de Contrapunto las más importantes contribuciones con que este grupo asumió el lenguaje poético de su período histórico cultural. La poesía de Sánchez Negrón ha logrado un sitio y un tema persistente: su suelo de origen y el río”.
Sobre este libro dice Teresa Coraspe en su Ojo de búho que “venía el poeta de la Caracas de los años cincuenta; un intento de suicidio y luego el encuentro total, íntegro con la naturaleza donde se revela su mundo de creador. Es en “Mundo Nuevo”, propiedad de la familia, donde el adolescente de mirada fija, sincera, penetrante, incita el recuerdo de la ciudad devoradora. Penetra para ver “cómo era el mundo por dentro” en compañía de su hermano Reynaldo, asesinado por la dictadura perezjimenista. A Reynaldo, con todo el fervor del amor y la ternura le dedica su primer libro. Y es que el poeta deja “caer la memoria y prosigue un nuevo camino”.
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