En el mes de diciembre de 1950 quedó constituido el primer orfeón que
tuvo Ciudad Bolívar (en la foto), luego de una labor encomiable del
Pbro. Segundo Ferrero, de nacionalidad italiana y quien fungía de
director del mismo.
Este grupo polifónico que celebraron y nunca se cansaron de aplaudir
los bolivarenses, se fundó con el nombre de “Orfeón de Ciudad Bolívar” y
para su realización tuvo mucho que ver el entusiasmo de las entidades
gubernamentales del Estado como de la ciudadanía guayanesa.
Su actuación comenzó inmediatamente después de la fecha de su
fundación con dos conciertos que pusieron de relieve la magnífica
dirección y sensibilidad artística que se necesita para la selección de
voces puras y armónicas que constituyen la perfección coral y solista.
El primer concierto con el cual debutó el Orfeón fue de carácter
sagrado, en el mes de enero de 1951, y el segundo concierto tuvo
carácter lírico polifónico, el mes de marzo del mismo año.
La dirección artística estaba formada por la juventud estudiantil de
Guayana, representada por profesores y alumnos del Liceo Peñalver y del
Instituto de Comercio Dalla Costa, Carmen Elena Siegert, Jesús
Amunchategui, Manuel J. Orta, Rafael Montoya y Ernesto García.
El Orfeón Bolívar desapareció con el tiempo y muchos de sus integrantes, entre los cuales estaban dos figuras relevantes de Serenata Guayanesa,
Iván y César Pérez Rossi, pasaron a formar parte del Orfeón del Liceo
Peñalver que tuvo entre sus directores prominentes a Monseñor
Constantino Maradei Donato y José Francisco Miranda (Fitzí). Con este
Orfeón, Fitzí estrenó su Himno al Estudiante que en principio estuvo dedicado a Eutimio Rivas, víctima de los sargentos del gomecismo contra los universitarios del 28.
Antes del Orfeón de Ciudad Bolívar, la práctica coral en la ciudad se
daba y se mantenía en la iglesia Catedral desde 1870 cuando Juan
Bautista Dalla Costa, Presidente del Estado Soberano de Guayana, trajo
de Inglaterra un órgano de mil voces que donó para el Coro Alto que
entonces tenía Maestro de Capilla, Sochantre y Chantre que colmaban el
templo dominical con el canto gregoriano.
Podríamos decir que el Orfeón de Ciudad Bolívar fue uno de los
primeros en Venezuela. El primero sería el Orfeón Lamas fundado en 1930
(de la Escuela de Música José Ángel Lamas) y la Orquesta Sinfónica de
Venezuela, siendo su más importante propulsor Vicente Emilio Sojo; a
ambas instituciones se integran los mejores músicos profesionales y los
cantantes más sobresalientes. El Orfeón Lamas fue el primer coro mixto
estable en Venezuela.
Luego le sigue el Orfeón de la UCV fundado en 1943 por Antonio
Estévez, y declarado “Patrimonio Artístico de la Nación” en 1983. Está
considerado como pionero de las agrupaciones corales universitarias
venezolanas.
Este Orfeón perdura no obstante la tragedia de 1976 del avión C-130
“Hércules” de la Fuerza Aérea Venezolana que lo transportaba con su
director, el maestro Vinicio Adames, se estrelló a 200 m de la pista de
Lages en la isla Texeira del Archipiélago de las Azores. Mueren todos,
incluyendo los tripulantes del avión, 68 personas en total. “El
velatorio, realizado en la Plaza Techada de la Ciudad Universitaria y el
entierro de las 52 víctimas constituye una de las más grandes muestras
de dolor y consternación que se hayan vivido en el país.
La tradición del orfeón iniciada por el Orfeón de Ciudad Bolívar se
ha mantenido en la capital bolivarense extendida a otros liceos,
universidades e instituciones del Estado, unos movimientos o conjuntos
polifónicos efímero y otros de larga vida. Hasta un Orfeón cinético tuvo
Ciudad Bolívar en la época de Fitzí Miranda. (AF)
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