Pablo Neruda hizo lo mismo que Julio Verne y Rómulo Gallegos, escribió sobre el Orinoco sin haberlo visto. Verne sólo tuvo conocimiento del río a través de las publicaciones de Jean Chaffanjon para escribir su novela “El Soberbio Orinoco” y Rómulo Gallegos, sin haber navegado el estuario del Orinoco, escribió en Canaima un pórtico impresionante. Neruda visitó Ciudad Bolívar en 1959, después que escribió sobre el Río Padre seguramente motivado por las lecturas. Lo que le contó el oficial de la marina mercante, Abraham Pérez Camejo (en la foto), cuando lo conoció en Chile junto con Salvador Allende en plena campaña presidencial sólo ratificó lo que ya había poetizado.
Abraham Pérez Camejo, titular de la Capitanía de Puerto de Ciudad Bolívar, me contó hallarse a fines de agosto de 1970 en Antofagasta y se vio obligado a volar a Santiago de Chile a fin de arreglar ciertos papeles. Por la tarde, sorpresivamente, fue invitado por estudiantes de derecho al Pen Club donde Salvador Allende, aspirante a la Presidencia de Chile, acompañado del poeta Pablo Neruda, tendría un encuentro. Le entusiasmó la invitación y de repente en la reunión se lo presentaron y conversó tanto con Allende como con el poeta al que conocía por uno de sus poemas que frecuentemente recitaba:
“Amo el amor de los marineros / que besan y se van / Amor que puede ser eterno y puede ser fugaz / En cada puerto una mujer espera / los marineros besan y se van / Una noche se acuestan con la muerte en el lecho del mar”.
Lo cierto es que en la fugaz conversación salió el Orinoco que el poeta conoció en 1959, pero que ya había escrito sobre el mismo en 1938 cuando comenzó a preparar su décimo libro “Canto General” publicado en México en 1950.
Luego de ese afortunado acontecimiento, el capitán Pérez Camejo se hallaba a bordo de la motonave “Donizzetti”, navegando entre Arica y el Callao cuando el 4 de septiembre de ese año se enteró a través del cable internacional de la victoria del socialista Salvador Allende. Entonces le puso este telegrama: “Al felicitarle muy calurosamente en mi nombre, en el de los marinos venezolanos y en general del pueblo de Venezuela, por triunfo merecido, le deseo total éxito en su delicado cargo, ya que Chile, esa nación forjadora de libertades y ejemplo de civismo en América, ha demostrado de nuevo que todo se puede hacer en un régimen de libertad como lo quisieron nuestros Libertadores. Atentamente, Capitán Abraham Pérez Camejo, Presidente UNPO (Unión Nacional de Pilotos oficiales” Caracas, Venezuela”.
El día 15 del mismo mes y año, recibió este telegrama de respuesta del Dr. Allende: “Santiago. Chile-15-09-70 10:00 hs. G.M.T. Capitán Abraham Pérez Camejo -Presidente UNPO- Caracas. Venezuela -A bordo M/N “Donizetti”. Al darle las gracias en nombre del Pueblo Chileno que con sus votos me llevó a la Presidencia de la República, le garantizo que los lazos de amistad entre mi Pueblo y su Pueblo y los Pueblos libres del mundo se harán más fuertes para beneficio de la humanidad. Atentamente, Salvador Allende”.
A los tres años exactamente, Pérez Camejo, hallándose en la Escuela de Estudios Superiores de la Marina Mercante fue impactado con la muerte sangrienta de Allende. Entonces conmocionado, escribió: “General Augusto Pinochet Santiago, Chile. Desconozco la situación y los motivos que tuvo usted para eliminar al Presidente Allende y a la libertad chilena, pero sí le pronostico que su patria y toda América lo recordarán como al moderno Judas que traicionó a su Maestro”.(AF)
Abraham Pérez Camejo, titular de la Capitanía de Puerto de Ciudad Bolívar, me contó hallarse a fines de agosto de 1970 en Antofagasta y se vio obligado a volar a Santiago de Chile a fin de arreglar ciertos papeles. Por la tarde, sorpresivamente, fue invitado por estudiantes de derecho al Pen Club donde Salvador Allende, aspirante a la Presidencia de Chile, acompañado del poeta Pablo Neruda, tendría un encuentro. Le entusiasmó la invitación y de repente en la reunión se lo presentaron y conversó tanto con Allende como con el poeta al que conocía por uno de sus poemas que frecuentemente recitaba:
“Amo el amor de los marineros / que besan y se van / Amor que puede ser eterno y puede ser fugaz / En cada puerto una mujer espera / los marineros besan y se van / Una noche se acuestan con la muerte en el lecho del mar”.
Lo cierto es que en la fugaz conversación salió el Orinoco que el poeta conoció en 1959, pero que ya había escrito sobre el mismo en 1938 cuando comenzó a preparar su décimo libro “Canto General” publicado en México en 1950.
Luego de ese afortunado acontecimiento, el capitán Pérez Camejo se hallaba a bordo de la motonave “Donizzetti”, navegando entre Arica y el Callao cuando el 4 de septiembre de ese año se enteró a través del cable internacional de la victoria del socialista Salvador Allende. Entonces le puso este telegrama: “Al felicitarle muy calurosamente en mi nombre, en el de los marinos venezolanos y en general del pueblo de Venezuela, por triunfo merecido, le deseo total éxito en su delicado cargo, ya que Chile, esa nación forjadora de libertades y ejemplo de civismo en América, ha demostrado de nuevo que todo se puede hacer en un régimen de libertad como lo quisieron nuestros Libertadores. Atentamente, Capitán Abraham Pérez Camejo, Presidente UNPO (Unión Nacional de Pilotos oficiales” Caracas, Venezuela”.
El día 15 del mismo mes y año, recibió este telegrama de respuesta del Dr. Allende: “Santiago. Chile-15-09-70 10:00 hs. G.M.T. Capitán Abraham Pérez Camejo -Presidente UNPO- Caracas. Venezuela -A bordo M/N “Donizetti”. Al darle las gracias en nombre del Pueblo Chileno que con sus votos me llevó a la Presidencia de la República, le garantizo que los lazos de amistad entre mi Pueblo y su Pueblo y los Pueblos libres del mundo se harán más fuertes para beneficio de la humanidad. Atentamente, Salvador Allende”.
A los tres años exactamente, Pérez Camejo, hallándose en la Escuela de Estudios Superiores de la Marina Mercante fue impactado con la muerte sangrienta de Allende. Entonces conmocionado, escribió: “General Augusto Pinochet Santiago, Chile. Desconozco la situación y los motivos que tuvo usted para eliminar al Presidente Allende y a la libertad chilena, pero sí le pronostico que su patria y toda América lo recordarán como al moderno Judas que traicionó a su Maestro”.(AF)
Totalmente cierto el relato de Americo. Narrado en el libro de mi padre. Inquietudes de un marino!
ResponderEliminar