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viernes, 19 de febrero de 2021
PERRO SECO
(Crónica publicada en El Correo del Caroni en 1992)
Así como el amigo Manuel Yánez me pidió escribiese sobre la Plaza del Convento, hoy lo hago sobre Perro Seco a solicitud de sus vecinos. Quienes ni siquiera saben a ciencia cierta el porqué de ese nombre del que nunca han podido divorciarse a pesar de la epónima nomenclatura de nuestros días.
Pero sé de una versión según la cual a principios del siglo diecinueve existía en el lugar una sola vivienda de un señor así apodado y donde residía un artesano muy útil a las familias de la ciudad, por lo que era habitual requerir sus servicios diciéndole al mandadero: “busca a fulano en la casa de Perro Seco” y Perro Seco se fue quedando tanto la casa como el lugar.
De manera que Perro Seco, junto con El Zanjón y El Temblador, es el barrio más antiguo de Ciudad Bolívar. Nació con esa connotación que el crecimiento urbano sustituyó en la nomenclatura, primero con el nombre de calle El Poder y, más tarde, con el de calle Guzrnán Blanco, para desagraviar al barrio que había servido de trinchera a Los Azulejos tras el triunfo del caudillo el 26 de abril de 1870.
Perro Seco comprende una angosta franja, paralela al Paseo Orinoco, desde la Planta del Acueducto hasta la calle Santa Ana. A este sector estuvo vinculado un barrio muy singular, El Pueblito, desaparecido con la gran crecida de agosto de 1976 y del cual existe un paisaje muy sugerente del pintor Roberto Liccioni (Robespierre).
En 1817, cuando los patriotas tomaron Angostura después de un prolongado sitio militar, la ciudad contaba con los siguientes barrios, o arrabales, como les decían entonces: El Retumbo, en las inmediaciones de lo que es hoy la calle Dalla Costa; El Temblador, donde nacieron los Tomedes; El Zanjón, lugar de la famosa Casa de Tejas; La Zapoara, aldea de pescadores sepultada bajo el concreto del Paseo, y Perro Seco, que se extendía desde las inmediaciones de El Cementerio hasta la calle La Tumbazón, nombre sustituido en 1856 por el de calle Santa Ana en memoria de la matrona Ana María Méndez de Pulido, quien donó su casa para el templo del mismo nombre.
Los curas párrocos del lugar acabaron con La Tumbazón porque era recaladero de marinos sedientos tic amor, pero inmediatamente después comenzó a tomar cuerpo la Ciudad Perdida que también corrió con la misma suerte al quedar sepultada por la gran crecida de agosto de 1943, justo en el sitio donde el presidente Isaías Medina Angaríta hizo levantar después el Grupo Escolar Estado Mérida.
Pero si bien las crecidas periódicas del Orinoco terminaron con numerosos sectores ribereños, jamás pudo con Perro Seco, que para una vida mejor aguardó hasta los años sesenta cuando fue alzada la cota del Paseo Orinoco. Perro Seco desde entonces deja de ser barrio o arrabal. Ahora es extensión urbana del Casco Histórico.
Siempre fue un poder. De allí el nombre de Calle El Poder que ostentó en el pasado. El general Manuel Piar registra el nombre de “Perro Seco” en su diario de campaña el 18 de enero de 1817 cuando trató de tomar Angostura. La zona de Perro Seco fue encomendada al oficial Bartolomé Salom, quien no pudo vencer el poder de fuego bien servido de los realistas. Perro Seco también resultó militarmente un foco importante cuando la Revolución de los Azules derrocó al gobierno dé Juan Bautista Dalla Costa.
Los vecinos de Perro Seco me han dicho que desean fijar en el calendario una fecha histórica en la cual puedan apoyarse para celebrar el día en que, como comunidad, comenzaron a tener identidad, pero no existe una fecha precisa porque Perro Seco no es el producto de una planificación o determinación oficial, ni siquiera de una invasión de gente sin techo corno solía ocurrir, sino una ocupación gradualmente espontánea de familias relacionadas con actividades vinculadas a la vida del río.
Tampoco los pueblos nacen de un día para otro sino a través de un tiempo largo y así, seguramente, emergió a la vida de arrabal el Perro Seco que hoy es totalmente urbano. Pero si quieren establecer una fecha les sugiero la del 18 de enero de 1817, cuando es históricamente registrado Perro Seco y ocupado militarmente por Piar para iniciar desde allí la Toma de Angostura. (AF)
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