El doctor Alfredo Hernández, ex Presidente del Colegio de Farmacéuticos del Estado Bolívar, murió en su residencia del Casco Histórico, muy cerca de su Farmacia que antes perteneció y fue fundada por Fitzí Miranda.
En cierta ocasión en que hablaba sobre el desaparecido y obligatorio turno Farmacéutico con el doctor Hernández, le tomé esta gráfica preparando un medicamento aún no industrializado.
Me decía que el 12 de mayo de 1927, tras una campaña ciudadana para demandar el servicio, se implantó por primera vez en Ciudad Bolívar el turno farmacéutico nocturno que facilitó cubrir las emergencias que solían presentarse por requerimiento de algún medicamento no disponibles en los centro de salud pública.
Las droguerías Berhens & Cía., Ochoa Pacheco & Cía, Luis Vicentini y Carrancas & Cía, que controlaban todas las farmacias y boticas de la ciudad, se reunieron con las autoridades de salud y convinieron en establecer el turno farmacéutico obligatorio.
Los farmacéuticos comenzaron a agremiarse en 1882 bajo la Sociedad Farmacéutica de Venezuela, presidida por Teodoro Sturup. Entonces los títulos farmacéuticos se otorgaban a los médicos que cubrieran ciertos requisitos. Pero esa sociedad tuvo un largo receso que dio lugar en 1894 a la Sociedad Farmacéutica de Caracas y Venezuela, presidida por Enrique García, año en que se iniciaron en forma los estudios universitarios de farmacia.
Esta sociedad corrió la misma suerte de la anterior hasta que en 1909 se creó el Centro Farmacéutico Venezolano que más tarde tuvo su seccional en Ciudad Bolívar. En la presidencia estuvo el doctor Antonio Lecuna Bejarano, farmacéutico valenciano que ejerció en Ciudad Bolívar y Upata durante 20 años y el cual se hizo famoso por lograr sintetizar el Babandí en gotas para curar la impotencia sexual.
A las boticas y farmacias anteriormente señaladas se sumaron hasta mitad del siglo XX, la Botica Nacional, Santa Ana, Del Valle, Orinoco, Bolívar, Continental, El Águila, La Bello y El Porvenir. Esta última, propiedad de Antonio Rodríguez, la cual vendía de todo, incluso casabe y queso, agua del carmen, sulfas píldoras del doctor Ross, neolsarvarzan, goma arábiga, purgante de higuera, soluciones de yodo, emolientes y ciertos placebos que más que valor terapéutico tenían un efecto psicológico.
El Colegio de Farmacéuticos del Estado Bolívar se constituyó en 1949, específicamente el 11 de septiembre. Para entonces mandaba en Venezuela una Junta Militar presidida por el coronel Carlos Delgado Chalbaud e integrada por los coroneles Marcos Pérez Jiménez y Luis Felipe Llovera Páez, este último nativo de Ciudad Bolívar. El gobernador del estado era José Barceló Vidal desde diciembre de 1948.
Ese día 11 de noviembre de 1949, se reunieron en el local de la Farmacia Del Valle los doctores J. M. Montes Ávila, en representación propia y de Manssur Ruiz; F. Crespo, J. Loreto Rodríguez, Raúl Gambas, Juan Requesens, Corina Atías, Miguel Salmerón Gómez, Hernán Meinhard hijo, Fermín Bello Dalla Costa y Luis S. Carrasqueño, para constituir el Colegio y designar la Junta Directiva, la cual quedó presidida por el doctor Herman Meinhard, hijo; secretario, doctor Luis S. Carrasqero y tesorero, doctor Fermín Bello Dalla Costa. El Tribunal Disciplinario quedó diferido hasta tanto se formalizara la inscripción total de los farmacéuticos activos en el Estado, lo cual se cumplió en la sesión del 10 de enero del año siguiente cuando al fin se nombró el Tribunal integrado por los doctores M. A. Salmerón Gómez, J. A. Montes Ávila y Corina Atías.
El doctor Fermín Bello no se aguantó mucho tiempo en la Tesorería, renunció y en su lugar fue nombrado el doctor M. A. Salmerón.
Así con esta Junta Directiva se inició el Colegio de Farmacéuticos del Estado Bolívar y por ella han pasado en calidad de presidentes, además del primero Hernán Meinhard; los doctores Juan Requesens, Fermín Bello Dalla Costa, Ramón Castro, Alfredo Hernández, Andrés Bello Bilancieri, Miguel Guevara Madrid, Pedro M. Casado Esteves, Orlando Urdaneta, Paúl von Buren, Jesús Martínez, Gilberto León, Diana Hernández, Bismark Ortiz, Saúl Gutiérrez, Marina López Mendoza, María Elena (AF)
En cierta ocasión en que hablaba sobre el desaparecido y obligatorio turno Farmacéutico con el doctor Hernández, le tomé esta gráfica preparando un medicamento aún no industrializado.
Me decía que el 12 de mayo de 1927, tras una campaña ciudadana para demandar el servicio, se implantó por primera vez en Ciudad Bolívar el turno farmacéutico nocturno que facilitó cubrir las emergencias que solían presentarse por requerimiento de algún medicamento no disponibles en los centro de salud pública.
Las droguerías Berhens & Cía., Ochoa Pacheco & Cía, Luis Vicentini y Carrancas & Cía, que controlaban todas las farmacias y boticas de la ciudad, se reunieron con las autoridades de salud y convinieron en establecer el turno farmacéutico obligatorio.
Los farmacéuticos comenzaron a agremiarse en 1882 bajo la Sociedad Farmacéutica de Venezuela, presidida por Teodoro Sturup. Entonces los títulos farmacéuticos se otorgaban a los médicos que cubrieran ciertos requisitos. Pero esa sociedad tuvo un largo receso que dio lugar en 1894 a la Sociedad Farmacéutica de Caracas y Venezuela, presidida por Enrique García, año en que se iniciaron en forma los estudios universitarios de farmacia.
Esta sociedad corrió la misma suerte de la anterior hasta que en 1909 se creó el Centro Farmacéutico Venezolano que más tarde tuvo su seccional en Ciudad Bolívar. En la presidencia estuvo el doctor Antonio Lecuna Bejarano, farmacéutico valenciano que ejerció en Ciudad Bolívar y Upata durante 20 años y el cual se hizo famoso por lograr sintetizar el Babandí en gotas para curar la impotencia sexual.
A las boticas y farmacias anteriormente señaladas se sumaron hasta mitad del siglo XX, la Botica Nacional, Santa Ana, Del Valle, Orinoco, Bolívar, Continental, El Águila, La Bello y El Porvenir. Esta última, propiedad de Antonio Rodríguez, la cual vendía de todo, incluso casabe y queso, agua del carmen, sulfas píldoras del doctor Ross, neolsarvarzan, goma arábiga, purgante de higuera, soluciones de yodo, emolientes y ciertos placebos que más que valor terapéutico tenían un efecto psicológico.
El Colegio de Farmacéuticos del Estado Bolívar se constituyó en 1949, específicamente el 11 de septiembre. Para entonces mandaba en Venezuela una Junta Militar presidida por el coronel Carlos Delgado Chalbaud e integrada por los coroneles Marcos Pérez Jiménez y Luis Felipe Llovera Páez, este último nativo de Ciudad Bolívar. El gobernador del estado era José Barceló Vidal desde diciembre de 1948.
Ese día 11 de noviembre de 1949, se reunieron en el local de la Farmacia Del Valle los doctores J. M. Montes Ávila, en representación propia y de Manssur Ruiz; F. Crespo, J. Loreto Rodríguez, Raúl Gambas, Juan Requesens, Corina Atías, Miguel Salmerón Gómez, Hernán Meinhard hijo, Fermín Bello Dalla Costa y Luis S. Carrasqueño, para constituir el Colegio y designar la Junta Directiva, la cual quedó presidida por el doctor Herman Meinhard, hijo; secretario, doctor Luis S. Carrasqero y tesorero, doctor Fermín Bello Dalla Costa. El Tribunal Disciplinario quedó diferido hasta tanto se formalizara la inscripción total de los farmacéuticos activos en el Estado, lo cual se cumplió en la sesión del 10 de enero del año siguiente cuando al fin se nombró el Tribunal integrado por los doctores M. A. Salmerón Gómez, J. A. Montes Ávila y Corina Atías.
El doctor Fermín Bello no se aguantó mucho tiempo en la Tesorería, renunció y en su lugar fue nombrado el doctor M. A. Salmerón.
Así con esta Junta Directiva se inició el Colegio de Farmacéuticos del Estado Bolívar y por ella han pasado en calidad de presidentes, además del primero Hernán Meinhard; los doctores Juan Requesens, Fermín Bello Dalla Costa, Ramón Castro, Alfredo Hernández, Andrés Bello Bilancieri, Miguel Guevara Madrid, Pedro M. Casado Esteves, Orlando Urdaneta, Paúl von Buren, Jesús Martínez, Gilberto León, Diana Hernández, Bismark Ortiz, Saúl Gutiérrez, Marina López Mendoza, María Elena (AF)
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