Mi
abuelo materno, José de la Cruz Tillero, era marino de los Siete Mares. Es decir, en esos barcos mercantes donde
prestó servicio tuvo la suerte de navegar desde el Pacífico hasta el Índico. Y
es más, conoció en ese oficio de alta marinería la Cruz del Sur que es la constelación más famosa del hemisferio Sur y sirve
como una brújula. Es una constelación tan importante
que varios países la llevan en sus banderas.
Tan especial era mi abuelo que como buen
marinero, en cada puerto dejaban un amor.
Por eso, quizás, el poeta chileno Pablo Neruda
amaba el amor de lo marinero: “Amo el amor de los marineros que besan y se
van.
Amor que puede ser eterno y puede ser fugaz.
En cada puerto una mujer espera;
los marineros besan y se van”.
José de la Cruz Tillero nació en Pampatar
y falleció en Puerto Rico a la edad de 80 años.
Era marino y como buen marino al fin, tuvo hijo en Coche, Ciudad
Bolívar, Nueva York y Puerto Rico.
Hijos en la Isla de Coche: Rosa, Victoria, Juanita y Evangelia.
Hija en Ciudad Bolívar: María de Lourdes
Hija en Nueva York: Carmen Marín Tillero
Hijos en Puerto Rico en unión con
Fidela de Jesús Atalaya Castaño: Carmen
Mercedes y José del Carmen (Dirección Calle Caparra No. 4)(AF)
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