El sábado 2 de abril de 2005, el santo padre Juan Pablo II, primero que visitó Guayana, murió a las 9:37 en su apartamento privado.
El anuncio del deceso del Sumo Pontífice lo
hizo en un comunicado el arzobispo argentino Leonardo Sandri, desde el atrio de
la basílica de San Pedro en el Vaticano.
El Papa falleció a los 84 años de
edad, tras una larga agonía que tuvo sus peores momentos en los últimos dos
días, durante los cuales el mundo entero estuvo expectante ante lo que se
percibía como la inminente y fatal noticia.
Cerca de 100 mil personas, muchas de
ellas llorando desconsoladas, se encontraban en la Plaza de San Pedro cuando el
anuncio fue hecho, transmitido en vivo a todas las naciones del mundo,
informando que el pontífice que hizo de los medios de comunicación una
herramienta más en su labor evangelizadora, había abandonado la vida terrenal y
había partido a la casa del padre celestial.
Inmediatamente los fieles estallaron
en un sentido aplauso de homenaje al hombre que batió todos los récords durante
su papado, el tercero más largo de la historia.
Haciéndose eco de la noticia, la campana
mayor de San Pedro tocó a difuntos, y el mismo tañido fúnebre resonó en las
iglesias de toda la ciudad y el mundo entero, mientras que la emisora de la
Santa Sede, Radio Vaticana, interrumpió su programación habitual para difundir
un réquiem, y su órgano oficial, el Osservatore Romano, sacó a la calle una
edición especial.
Para recordar y honrar a Juan Pablo
II, el Papa que marcó una era de la historia de la humanidad, el Correo del
Caroní preparó una edición especial en nuestro Cuerpo C, dedicada a esta enorme
figura de la cristiandad que partió al encuentro con Dios.
Casi medio millón de personas desfilaron a despedir al Santo Padre. Las
grutas vaticanas destinadas a su descanso final. La Santa Sede informó que Juan
Pablo II fue sepultado el viernes muy
cerca de la tumba del apóstol San Pedro.
Al fallecer Juan Pablo II,
tradicionalmente es el cardenal Penitenciario Mayor, en ese momento el
norteamericano James Francis Stafford,
el encargado de vestir al Pontífice con los hábitos para la celebración de su entierro. El
cadáver del Papa fueá colocado en un catafalco delante del Altar de la
Confesión de la basílica de San Pedro, donde permaneció tres días, por lo que
antes del jueves no fueron oficiados los funerales. La ceremonia oficial para
las exequias del Papa tiene siglos de historia, aunque actualmente queda
recogida en el capítulo V de la Constitución Apostólica Dominici Gregis,
promulgada por el fallecido Juan Pablo II en 1996. "Después de la
muerte del Romano Pontífice, los Cardenales celebrarán las exequias en sufragio
de su alma durante nueve días consecutivos, según el Ordo exsequiarum Romani
Pontificis, cuyas normas, así como las del Ordo rituum Conclavis ellos
cumplirán fielmente", dice el texto constitucional en su artículo 27.
Hecho histórico
trascendental bajo el arzobispado de Monseñor Crisanto Mata Cova fue la visita,
por primera vez, de un Papa a Guayana,
obviamente, de Su Santidad Juan Pablo II (Karol Wojtyla), quien como Monseñor
Mata Cova también pasó por la jerarquía de Arzobispo, allá en Cracovia,
Polonia, donde el 95 por ciento de la
población es católica y donde por contrasentido imperaba entonces un régimen
comunista.
De manera que siendo Monseñor Crisanto Mata Cova, arzobispo
metropolitano de Ciudad Bolívar y Monseñor Medardo Luzardo Romero, Obispo de la
Diócesis de Ciudad Guayana, Su Santidad el Papa Juan Pablo II visitó
específicamente Ciudad Guayana y ofició una misa en Alta Vista ante una
multitud procedente de toda la región del Sur y Oriente, el 29 de enero de
1985.(AF)
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